COLOR Y CONTRASTE
Parecerá una tontería, pero me gustan los fruteros. Son de esas cosas del mirar cotidiano que pasan desapercibidas. No molestan, no hacen ruido, no entorpecen, no requieren atenciones. Siempre amables y atentos con los sentidos. Ahora me gusta su color, dentro de un rato algún familiar olor atraerá mi atención y más tarde, jugar con sus redondeces y sensuales figuras como si se tratase de un tic incontrolable.
Arte y arquitectura doméstica en su efímero montaje. Color y contraste para un bodegón que jamás será inmortalizado. Fuente de capricho generoso con néctares de mil lugares que ornamenta reposada cualquier espacio vacío.
Siempre al alcance de la mano, generosos y triunfantes, socorridos y recurrentes. Plácida compañía para los días de vigilia. Siempre en paciente espera a la mano que agradezca su dulce reposo almibarado.
Parecerá una tontería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario