lunes, 30 de diciembre de 2024

01563 El Pastrami

LLEGÓ PARA QUEDARSE


Han tenido que pasar 67 años, que son los que amontono, para probar tan delicioso alimento: el pastrami. Fue por casualidad en un desayuno improvisado. Por los establecimientos hosteleros que he acostumbrado a frecuentar, nunca hasta ese entonces reciente, me había sido ofrecido. Lo conocía de oídas y de haber leído algo sobre él, pero jamás lo había catado. 

Ese día de estreno, recuerdo aquel bocadillo de pastrami como algo excepcional. Servido en pan de cristal, el primer mordisco dado me pareció un auténtico espectáculo de sabor y frescura. Nada desentonaba al acompañamiento de esta suculenta carne ahumada para mí desconocida. Todo sumaba: los avinagrados pepinillos, la fresca lechuga, la mayonesa, la mostaza y algún otro ingrediente que no llegué a reconocer. En otro momento hubiese preguntado de qué se trataba, pero el establecimiento estaba a rebosar y no me pareció oportuno meter más presión a la que ya se respiraba en el ambiente.

No tardamos mucho tiempo en volver a probarlo, pero esta vez en casa, aprovechando su nada habitual presencia en uno de los supermercados donde acostumbramos a comprar en nuestro día a día. Fue para cenar un sábado. Aunque me recordó en algo a aquel que tan inolvidable recuerdo me dejó, tenía alguna que otra carencia. Por ejemplo, el pan de cristal que compramos era como una broma. De cristal solo tenía el nombre adjudicado. Y en cuanto a los ingredientes, eché en falta algo. Quizás aquello que no me atreví a preguntar. Pero vamos, como no se trataba de competición alguna, el bocadillo casero de pastrami fue más que notable. Conclusión: el pastrami, aunque tarde, ha llegado a mi vida para quedarse.

El pastrami es carne de vacuno sometida a un curado en salmuera y posterior ahumado en caliente, que se corta y consume en finas rodajas. Pese a su extensa fama en Estados Unidos, tiene un origen judío en Rumanía, cuando buscaban una técnica de conservación de la carne. De hecho, el pastrami se podría considerar parte del embutido rumano. Con la emigración europea a Estados Unidos a finales del siglo XIX, se popularizaría este ingrediente gracias a los judíos rumanos asentados en Nueva York. No en vano, en esta ciudad se puede disfrutar el famoso sándwich de pastrami en Katz's, el restaurante donde se rodó una de las escenas de la película "Cuando Harry encontró a Sally".

Cómo hacer un sándwich de pastrami básico. Ingredientes: 2 rebanadas de pan de molde, 150 gramos de pastrami, mostaza, mayonesa, algún tipo de lechuga y pepinillos en lonchas. Elaboración: Untar una rebanada de pan con mostaza y cubrir con láminas de pepinillo. A continuación, colocar el pastrami doblando las lonchas. Añadir la lechuga. Cerrar el sándwich con una rebanada de pan untada en mayonesa.









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