lunes, 30 de diciembre de 2024

01559 Eterno Agradecimiento

 POR DEVOLVERME A LA VIDA


Dos imágenes. Idéntico escenario. Solo seis meses las separan. Es curioso comprobar, cómo en tan poco espacio de tiempo, cambian tanto las cosas. Los caprichos de la sin razón humana miden sus tiempos en décimas de segundo. La naturaleza, por aquel entonces, llamaba a la vida y a su renovación. En los preliminares de la primavera, “alguien”, de forma brutal y egoísta, quiso que cambiara por completo mi vida, y donde había luz, apareció la oscuridad, la desconfianza y la desolación. Pasaron seis meses entre una y otra imagen. En la primera había luz, y en mí, miedos, muchos miedos. Medio año más tarde, cuando el otoño comenzó a desnudar a la naturaleza, me volví, contra todo pronóstico, a sentir vivo. Y en lugar de temer a mis miedos, dialogué con ellos. Hacía seis meses, otro "alguien", esta vez bondadoso, confió en mí. Creyó en mi eterna primavera. Llegó el otoño, y como en la segunda imagen, también yo me desnudé para decir, simplemente, gracias por devolverme a la vida.


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