Y SIN PRISAS
En algún momento de este caleidoscopio vital ya he
comentado mi afición al bacalao y a los pimientos rojos asados. Así que, en
esta ocasión, los uniré para darme un homenaje. Conviene, y hasta se hace
necesario, darse un homenaje, merecido o no, de vez en cuando.
Su unión en el plato me parece perfecta. El bacalao es un
pescado que admite como guarnición todo tipo de vegetales. Y por su parte, los
pimientos rojos asados se llevan bien con los peces.
La receta es muy sencilla. Eso sí, no hay que tener prisa,
ni marcase tiempos. Sólo, disfrutar de los aromas que se desprende de su
cocinado, como antesala a la pequeña felicidad que está por llegar.
Como he comentado, la premura no tiene que estar presente
en este cocinado. Así que, el apremio lo he sacado a la terraza para que se airee,
el reloj de muñeca me lo he quitado y el teléfono móvil lo he dejado en el
dormitorio.
En resumen, se trata de asar pimientos rojos morrones y
cebollas, y el bacalao cocinarlo en versión confitado. Vamos a ello.
Ingredientes para 4 personas: 8 lomos de bacalao desalado,
8 pimientos rojos morrones asados, 3 cebollas asadas, 2 dientes de ajo, una
cucharada de pimentón dulce, aceite de oliva virgen y sal.
Elaboración: Comenzamos por asar los pimientos y las cebollas. Una vez asados los dos ingredientes, dejamos enfriar y pelamos los pimientos. Cortamos los pimientos en tiras y la cebolla en juliana. En una sartén con un poco de aceite, y con el fuego a media temperatura, freímos los ajos cortados en láminas. Cuando comiencen a dorarse, incorporamos los pimientos y las cebollas. Sazonamos y rehogamos durante unos cinco minutos. Incorporamos el pimentón y seguimos rehogando un minuto más para que quede todo bien ligado. Retiramos del fuego y reservamos.
En una olla plana, vertemos aceite de oliva virgen y
calentamos a media potencia hasta conseguir 80 grados centígrados. Alcanzada esta
temperatura, incorporamos los lomos de bacalao desalados y con la piel hacia
abajo, de manera que queden las piezas sumergidas por completo en el aceite.
Cocinamos lentamente durante unos 20 minutos hasta conseguir la textura óptima.
Escurrimos las piezas y emplatamos, acompañando al bacalao con el guiso de
pimientos y cebollas asadas que habíamos reservado.
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