ENTRE DESNUDAS RAMAS
Sólo escucha y siéntelo como un regalo.
Una dádiva de la vida,
una humilde música al despertar el día,
una ocasión placentera para ser paisaje.
Entre desnudas ramas,
desierto en las alturas,
no tengo nada,
salvo mis aprendidos trinos
de pasante ave.
No juzgues mi canto,
será apenas un instante
corto y errante.
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