DE BACALAO O DE MERLUZA
Bueno, bueno, bueno, quienes vienen por aquí; las cocochas. Han tardado porque no es algo habitual en mi dieta de costumbre. Hay que encontrar el lugar y el momento para saborearlas y en la tierra adentro en la que habito no se encuentran con facilidad. Y si en alguna ocasión las he visto, el precio me ha hecho desistir.
Hay muy variadas formas de cocinarlas, pero yo aquí soy de sota, caballo y rey. Si son de merluza, rebozadas; si de bacalao, al pil pil. Soy así de simple. Estoy haciendo memoria y no recuerdo que las haya probado de otra manera.
Las que ilustran la imagen están rebozadas. Son buenos ejemplares para ello. Tan sencillo como sazonarlas y pasarlas por harina y huevo. A la hora de freírlas, me gusta echar al aceite unos ajos chafados y sin pelar. A la hora de freírlas, no más de dos minutos por cada cara. Listo.
Me parecen un auténtico bocado sutil y delicioso. Acompañadas de un buen vino blanco fresquito, para qué pedir más.
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