VISTOSO Y ORIGINAL
No me lo puedo creer. He mirado el guión de estas diez mil cosas que me gustan y a punto de ser enumerada la seiscientas, la berenjena todavía no ha aparecido por aquí. Con lo que me gusta la condenada que hasta me la comería a mordiscos. Vale, es una exageración, pero quería enfatizar mi devoción por ella. Me sorprende que no haya traído hasta aquí todavía alguna de mis habituales elaboraciones con la berenjena como protagonista. Y si ahora aparece, es gracias a una receta con la que recientemente me sorprendió mi hermana Gemma. Se trata de una elaboración original, sencilla y resultona.
Ingredientes: 1 berenjena grande, un par de tomates, 250 gramos de queso Feta, Emmental o similar, queso rallado para gratinar, orégano, aceite de oliva virgen y sal.
Elaboración: Una vez limpia la berenjena, la cortamos longitudinalmente en forma de abanico. Limpio también el tomate, lo cortamos en finas rodajas que iremos introduciendo en los cortes de la berenjena junto con el queso que hayamos elegido. Una vez relleno el abanico, añadimos la sal, el queso rallado y el orégano. Precalentamos el horno a 200 grados centígrados durante unos diez minutos e introducimos en él la bandeja con la berenjena por espacio de unos 20 minutos o hasta que veamos que la berenjena está tierna.
Una berenjena grande está pensada para dos comensales. También se pueden hacer abanicos individuales con berenjenas más pequeñas.
En resumen, se trata de presentar a tres alimentos que tan bien se llevan, como son la berenjena, el queso y el tomate, de una forma vistosa y original.
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