CON HAMBURGUESA
Las patatas al horno son una magnífica forma de combinar este tubérculo con diferentes ingredientes. Aunque también es cierto que tampoco necesitan a nadie para ser atractivas; sal y un buen aceite son más que suficientes. Dicho esto y ciñéndome a la primera observación, las patatas al horno se llevan bien con casi todo y todo les parece bien. Hacen buenas migas con todo lo que se le presente y son ideales para la cocina doméstica "creativa" y sin florituras.
Hoy propongo una idea base que luego, según los gustos y apetencias de cada cual, podéis enriquecer con otros ingredientes. Tan sencillo como preparar una masa de carne para hamburguesas, tal y como se tenga costumbre hacerlo, y asar al horno unas patatas. Lavamos las patatas y las asamos enteras al horno. Una vez hechas las dejamos enfriar. Damos forma a las hamburguesas y freímos ligeramente. Partimos las patatas por la mitad y las pintamos ayudados de un pincel de cocina con yema de huevo, aceite y sal. Sobre una de las mitades de la patata colocamos la hamburguesa e introducimos al horno junto con el resto de mitades de patata hasta que se doren ligeramente. Las sacamos del horno, montamos como si fuera un bocadillo y servimos.
A partir de esta sencilla elaboración se pueden incorporar otros ingredientes, que de seguro harán el preparado más suculento y atractivo. Cuestión de ir haciendo probaturas.
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