CON UN BUEN VASO DE VINO
No conozco cuatro amigos que maten mejor el rato o que mejor quiten las penas. Ni conozco cuatro suspiros que aúpen tanto el ánimo como el pan, el jamón, el queso y el vino. Por separado, una delicia, cada uno en su estilo; juntos, una bendición, una fiesta, un entorno de ojos para dar gracias a la vida.
No hay mucho más que contar de tan poca cosa que se hace grande cuando llega el momento de presidir la reunión. Alivio del caminante y de las horas muertas. Cereal bien conjuntado con la vid, el tiempo y el reposo artesano.
Dadme pan, jamón, queso y un buen vaso de vino, que el regocijo lo pondré yo de sumo agradecido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario