jueves, 30 de enero de 2025

01588 Un Esmalte Que Me Hace Siempre Sonreír

 LA CASITA DE BLANCA NIEVES


Mi hermana María Engracia siempre ha sido una mujer inquieta. La palabra pereza no existe en su vocabulario. Resuelta y activa, sabe siempre cómo sorprender para su disfrute y tu deleite. Sin entrar en más detalles, sirvan estas pinceladas sobre su personalidad para adentrarme en lo que me ocupa y que no es otra cosa que esta "Casita de Blancanieves", ubicada en el parque Miguel Servet de la capital oscense, reproducida en un esmalte por mi hermana.

Hubo un tiempo en el que se aficionó a los esmaltes y nos regaló uno a cada hermano. El motivo elegido para mí, no pudo estar más acertado: la mencionada "Casita de Blancanieves" en un día invernal. Se trata de una pequeña construcción muy arraigada en el imaginario infantil de los oscenses y a la que ya le di entrada en los inicios de este caleidoscopio vital (00052). Fue inaugurada el 28 de junio de 1947 para ser destinada a biblioteca infantil y representa la morada de los siete enanitos, cuento de los hermanos Grimm, y que fue llevado al cine por Walt Disney Pictures en 1937, en su primera película de animación.

Se construyó con vocación de biblioteca, si bien, se abrió y cerró con el paso de los años para abrir sus puertas definitivamente en 1954. En 1967, en sesión plenaria del Ayuntamiento oscense, se decidió reabrir la biblioteca y dedicar un homenaje a Walt Disney, encargando una placa de bronce.

El esmalte me parece una preciosidad por muchas razones. Por quien lo hizo, por lo que representa, por los gratos recuerdos que lleva aparejados... Desde que está conmigo, más de una quincena de años, me acompaña en mis largas horas de despacho. Cuando estoy cansado, miro la obra y mi sonrisa se dibuja en la cara. Da igual las veces que mis ojos se cruce con ella. No puede dejar de acceder a mi infancia y a la de mis sobrinos cuando eran pequeños y venían a visitarnos. Y a la infancia de mis hijas. E incluso cuando aún hoy, mis pies me llevan hasta ella sin darme cuenta. Me parece un bello lugar, pleno de luz, aun cuando el día esté gris, y rebosante de tranquilidad. 

Mi mirada se ha vuelto topar de nuevo con el esmalte de la "Casita de Blancanieves" de mi hermana María Engracia y he vuelto, una vez más, a sonreír. 





No hay comentarios:

Publicar un comentario