DE CÁDIZ
Las papas aliñás, como tapa o primer plato, son un redondo
acierto. De rápida y sencilla elaboración, este plato de la cocina andaluza,
concretamente de la provincia de Cádiz, engancha desde el primer día que lo
pruebas. Tanto es así, que desde la primera vez que las comimos en Huelva, hará
de esto unos ocho años, se han convertido en un clásico de nuestras comidas en
cualquier época del año, pero sobre todo en verano. Son muy apetecibles y de
muy grato sabor. Con ingredientes básicos y económicos, se consigue un plato de
los de chuparse los dedos.
Dicen que las papas aliñás son tan sencillas de hacer, que
apenas requieren de receta. No obstante, para que salga un buen plato, hay que
observar algunas consideraciones: la patata que sea nueva, que el aceite de
oliva virgen extra sea bueno y que el vinagre sea de nuestro gusto. Otra de las
observaciones a tener en cuenta, es que es conveniente añadir la vinagreta con
la patata calienta. Así, conseguimos que la patata absorba mejor el aliño. ¡Ah!
Y no meter las patatas en el frigorífico. Se aconseja enfriarlas a temperatura
ambiente para que no pierdan todo su gusto y sobre todo, su textura.
La versión más básica de unas papas aliñás lleva patata,
cebolla, perejil y vinagreta. A partir de aquí, se le puede añadir atún, melva,
huevo, aceitunas, gambas e incluso pimiento verde crudo, entre otros ingredientes.
A continuación, traslado la receta básica. A partir de aquí,
el gusto personal de cada uno.
Ingredientes para 6 personas: 1 kilo de patatas nuevas, 1
cebolla tierna, 60 ml de vinagre de Jerez o vinagre que se tenga por costumbre
utilizar, 125 ml de aceite de oliva virgen extra y 18 hojas de perejil y sal. (Las
cantidades para el aliño son orientativas. Dependerá del gusto personal de cada
uno)
Elaboración: Lavar las patatas y cocerlas con piel en agua
hirviendo hasta comprobar que están tiernas. Sacar las patatas del agua y
dejarlas atemperar ligeramente. Pelar las patatas en caliente. Cortar las
patatas en trozos grandes y colocarlas en un bol. Aliñar con sal, vinagre de
Jerez y aceite de oliva. Reservar hasta que se vayan a servir, pero nunca
introducir en el frigorífico. Cortar la cebolla en juliana o brunoise, picar
las hojas de perejil, y justo antes de sacar el plato a la mesa, mezclar la
cebolla y el perejil con las patatas.
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