miércoles, 4 de diciembre de 2019

00890 Pisar Hojas Secas

REGRESO A LA INFANCIA


Hace tiempo que no sabía nada de él. Creo que la última vez le vi correteando sudoroso y alegre por las calles de su infancia. "Tres navíos en el maaaaaar y otros tres en busca vaaaaaan",  me pareció escucharle. No es desatención ni olvido, más bien distancia distraída.

Hoy ha venido a mi encuentro. No le esperaba. Me ha cogido en pijama y con la vista perdida en algún punto impreciso de la cocina. Por la puerta entreabierta entraba un penetrante olor a frío, esa rasca que me encoje y que a él tanto entusiasmaba mientras se escondía tras un pasamontañas de lana,  tejido por delicadas y entregadas manos de madre.

Desde la terraza, el parque comienza a mostrar su desnudez mientras la niebla, la primera que veo del año, se desparrama sobre las copas de los árboles. "Ni pisar la calle",  me digo. "¡Vamos, vístete", me alienta. Hago como que no le oigo, qué pereza, qué necesidad..... Y ¿por qué no? Solo es frío, es un momento, un breve paseo para estirar las piernas.

Encogido de hombros de forma exagerada he recorrido paseos pretéritos de la mano de mi recordada infancia: La casita de cuento, el pequeño estanque, el parque viejo, las pajaritas, el paseo central, el kiosko de la música... Está todo muy cambiado, más ordenado. Todo, salvo esa sensación de recogimiento, de felicidad inexplicable, de silencio. Un silencio tan solo alterado por el crepitar de las hojas secas al paso necesitado. Como antaño. Cris, cras, cris, cras, zaaas. Cris, cras, cris, cras, zaaaaaas. Cris, cras, cris, cras, cris, cras, cris, zaaas. Más rápido.  Cris, cras, cris, cras, cris, cras, cris, cras, cris, cras, zaaaaas. No, eso no, le digo. Dar una voltereta sobre las amontonadas hojas, no. Sería demasiado atrevimiento.

Caen las hojas en vaivén acompasado e intento cogerlas al aire para que no se hagan daño, como antaño. Él me gana la partida. Mis reflejos están desentrenados. Caen las horas en la inesperada mañana y yo, sentado en un banco a su lado. Le miro y le sonrío mientras se me escapa un suspiro.

.










No hay comentarios:

Publicar un comentario