Conocí y saboreé estos deliciosos pasteles la primera vez, en mi historia más reciente, que visité la vecina Portugal. Desde aquel entonces, se ha convertido en un clásico, pisar tierras lusas y comer uno, dos o tres de estos peculiares pastelitos.
Aunque desde sus inicios se denominaron "Pastéis de Belém", en punto y seguido cuento su historia, popularmente en Portugual son conocidos de igual manera como "Pasteles de Nata" o "Natas de Lisboa". Su origen se remonta a los inicios del siglo XIX, en Belém, cerca del monasterio de los Jerónimos, en la capital lusa, donde había una refinería de caña de azúcar que estaba asociada a una pequeña tienda de comercio variado.

En aquella época la zona de Belém quedaba alejada de la ciudad de Lisboa, si bien la presencia de visitantes se aseguraba por los barcos de vapor que llegaban a esta zona. No obstante, la belleza del monasterio de los Jerónimos y de la Torre de Belém atraían a un buen número de visitantes que se acostumbraron a saborear estos deliciosos pastelitos originarios del cenobio.
Los que ilustran esta entrada no son los de la pastelería original y supongo que distarán mucho de esa receta secreta, pero aún así, estaban deliciosos.
He mirado en internet recetas para elaborarlos en casa y observo que hay una gran variedad de ellas. Me voy a dejar llevar por las imágenes y la que más se parezca a los pastelitos que recuerdo, la trasladaré, con su resultado de elaboración doméstica, hasta estas diez mil cosas que me gustan.
No lo dejes pasar, tienen un aspecto muy apetitoso
ResponderEliminarGracias!
Tenía intención de ponerme manos a la obra esta tarde pero se me ha echado el tiempo encima. Mañana sin falta haré una probatina. Ya te contaré. Besos
EliminarTenía intención de ponerme manos a la obra esta tarde pero se me ha echado el tiempo encima. Mañana sin falta haré una probatina. Ya te contaré. Besos
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