Cuando estoy un tanto "fané y descangallé" me da por hacer una tortilla de patatas. Enseguida se me pasa el mencionado estado anímico. No sé si será por el mientras tanto o por la sin igual recompensa obtenida a su finalización. El caso es que se trata de un buen antídoto o por lo menos a mí me da un buen resultado. Lo acabo de comprobar ahora mismo.
Mientras hacía tan especial manjar me ha venido a la cabeza que la tortilla de patatas es un socorrido tema de conversación. Y es curioso, al igual que la paella, el cocido, la fabada o el asado, cada autor hace la mejor elaboración posible. "A mi me gusta con cebolla", "a mí con el huevo bien cuajado", "yo odio la cebolla y me gusta que el huevo no acabe de cuajar", "a mí me gusta con la patata cortada gruesa", "no, no, yo la paso por la mandolina, tengo la medida ya cogida; me gusta la patata más bien fina e igualadita", "está mal que lo diga, pero todo el mundo que prueba mi tortilla de patatas dice que es la mejor que ha catado nunca", "yo la hago al microondas para que no coja tanto aceite".... son algunas de las manifestaciones tantas veces pronunciadas llegado el caso.
A mí me suele salir rica, según me dice la gente allegada, pero reconozco que las he probado mejores. Por ejemplo, las que hace mi hermana Gemma o mi sobrina Blanca. Son tortillas con sabor a bienvenida que son las que más me gustan. Ya en otro plano, me encantaban las que servían en el Bar Olimpia de Huesca, opinión ésta bastante generalizada entre los parroquianos que acudíamos a este establecimiento hostelero.
Mientras daba la última vuelta a la tortillas de patatas he pensado en lo que une y también socorre. Una cena imprevista, una excursión a la vista, un premio a deshora, un cualquier cosa, un matagusanillos, una alegría a la vista, un triángulo milimetrado, muchos cuadrados compartidos... ¡Qué gran anfitriona! ¡Qué bien saber estar tiene!
Interesado por su origen, acabo de leer que "la leyenda afirmaba, que fue el general Tomás de Zumalacárregui quien, durante el sitio de Bilbao, inventó la tortilla de patatas como plato sencillo, rápido y nutritivo con el que saciar las penurias del ejército carlista. Aunque se desconoce si es cierto, decían que la tortilla comenzó a difundirse durante las primeras Guerras Carlistas. Otra versión de la leyenda afirmaba que lo inventó una anónima ama de casa navarra, en cuya casa paró el mencionado Zumalacárregui, la señora, que era pobre y lo único que tenía eran huevos, cebolla y patatas, acabó haciendo un revuelto con todo ello, revuelto que gustó mucho al general, que luego la popularizaría entre sus tropas.
Recientemente el libro La patata en España: historia y agroecología del tubérculo andino, escrito por el científico del CSIC Javier López Linaje del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC, confirma el origen de la tortilla española en la localidad extremeña de Villanueva de la Serena, durante el siglo XVIII. El citado libro contiene datos concretos que hablan de la tortilla de patatas en esta localidad unos veinte años antes de las primeras menciones en la leyenda tradicional. En concreto, López Linaje señala que el firmante de la comunicación que así lo prueba, Joseph de Tena Godoy y Malfeyto, la dató exactamente en la comarca de La Serena, el 27 de febrero de 1798. La publicación se hizo en el Semanario de Agricultura y Artes dirigido a los Párrocos (en el número 85, volumen IV, páginas 111-112). La obra hace referencia a documentos que hablan de la tortilla de patatas en esta localidad en 1798, y atribuye su invención a Joseph de Tena Godoy y al marqués de Robledo, dos hacendados ilustrados de Villanueva de la Serena, que trataban de encontrar un alimento barato para paliar las hambrunas basado en la patata. Lo primero que tuvieron en mente es conseguir pan de patatas, pero en vez de hornearlo pasarlo por la sartén. Con la ayuda de varias mujeres del lugar, la idea fue evolucionando a freír, con el aceite de oliva de allí, las patatas cortadas sin necesidad de hacerlas harina y añadirle huevo batido, consiguiendo para asombro de todos este manjar.
En Villanueva de la Serena desde hace mucho tiempo la tortilla de patatas está presente en sus tradiciones culinarias. En el tradicional Día de la Jira, el Lunes de Pascua, la tortilla de patatas es protagonista para disfrutar de este día de campo. Además desde el año 2013, basado en el descubrimiento del origen villanovense de la tortilla de patatas, se celebra la Feria de la Tortilla en Villanueva de la Serena"
Por cierto, a mí me gusta la tortilla de patatas con cebolla, el huevo sin acabar de cuajar y la patata más cocida en aceite que frita.
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