miércoles, 20 de enero de 2016

00214 Las Vieiras Gratinadas

PEQUEÑO FESTÍN

Se trata de uno de esos sabores y recuerdos que me transportan a mis navidades un tanto ya lejanas. Uno de los platos que mi madre tenía presente en sus menús festivos siempre y cuando su ajustada economía le diera permiso. Ahora Gloria, cuando el bivalvo congelado se pone a tiro de cartera, adquiere media o una decena que disfrutarán del frío doméstico hasta que les toque el turno de su cocinado, correspondiendo con alguna ocasión especial.

Yo nunca las he hecho. Sí que recuerdo cómo las hacía mi madre con cebolla, trocitos de jamón serrano, vino blanco y pan rallado. Y las conchas que nos acompañaban durante mucho tiempo a modo de cenicero. Puede que en alguna caja, que seguro nunca abriré, sobreviva alguna.

Gloria las hace muy parecidas a las que rememoro aunque sin el toque de vino blanco y los tacos de jamón. Me dice que limpia bien la vieira dejando la carne y el coral. En una sartén con aceite de oliva caliente, pocha abundante cebolla con colorante alimentario. Sobre las vieiras colocadas sobre sus conchas, las cubre con la cebolla y sobre ésta espolvorea pan rallado. En el horno pre calentado a 200 grados, introduce las vieras por espacio de 20 minutos o hasta que el pan rallado se observe dorado. Así de sencillo. Igual que recordar los especiales momentos en torno a una mesa con este molusco como protagonista.

Leo que las vieiras están consideradas como un alimento muy saludable por su alto contenido en yodo. Por cada 100 gramos, 58 mgs son de yodo. También tienen un contenido elevado de sodio y proteínas. Por cada 100 gramos de vieira podemos adquirir, aproximadamente, más de 15 gramos de proteínas, casi 3 gramos de azúcares y algo más de 80 kilocalorías.

Las vieiras se convirtieron en un símbolo usado por los peregrinos del Camino de Santiago como señal de que habían recorrido el camino y llegado a destino. El nombre de venera en castellano de la vieira gallega está asociado a la Diosa Venus. Es, desde la antigüedad, un símbolo de fertilidad y si te regalan un ejemplar, te están regalando buena suerte.








2 comentarios:

  1. Tendré que probarlas!!! Por cierto, recuerdo los ceniceros...

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    1. La abuela las hacía con taquitos de jamón y vino blanco. La tía Gemma las hace igual. Tu madre creo que también en alguna ocasión las ha cocinado así. Si las haces, ya me contarás. Besos.

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