jueves, 28 de agosto de 2025

01713 Paisajes Escritos y 16

 PEÑA OROEL


Inquietante Peña Oroel. Ella preside la gran terraza fluvioglaciar en la que se asienta la seductora ciudad de Jaca. El maravilloso mundo de la creación. La vida.

Óleo sobre lienzo de Fernando Herce.
Texto de Antonio Herce
Exposición: Paisajes Escritos. Huesca, junio de 2015




domingo, 24 de agosto de 2025

01712 El Pepino con Yogur

 POR VARIAR


En los años que llevo de aprendiz a hortelano, y son ya algunos, no recuerdo un verano tan generoso de pepinos. En mayo puse tres plantas, como todos los años, y ni sé la cantidad de frutos que he llegado a recoger. Todos los más allegados a mí han comido pepinos, e incluso los he transportado a otros puntos de la geografía española.

El caso es que no ha habido cena este estío que no me haya acompañado uno o medio pepino, en función de su tamaño. Me encanta esta hortaliza y no me complico un ápice en su preparación para consumirla. Pelar, cortar en finas ruedas, y aderezar con aceite, vinagre y sal. Es más que suficiente.

No obstante, por variar y "descubrir" otros horizontes, de vez en cuando, cambio el argumento. En esta ocasión, se trata de una sopa/crema de pepino con yogur; un tuneo de una receta aprendida de mi hermano Antonio, también forofo del pepino como yo, sencilla y sabrosa. Además, al tratarse de un resultado líquido, mis maxilares descansan y lo agradecen. Como quiera que solo la consumo yo, y que hice algo más de un litro, la sobrante la introduje en el frigorífico y he tenido para varios días. Bien, bien fresquita, algo ha aliviado los bochornos de estas noches estivales.

Ingredientes: 2 pepinos, 1 yogur, 1 diente de ajo, el zumo de medio limón y aceite de oliva virgen, sal y pimienta blanca molida al gusto.

Elaboración: Pelar y cortar el pepino en trozos medianos, pelar el diente de ajo e introducir en un procesador de alimentos o vaso de batidora. Añadir el yogur junto con el aceite, la sal, la pimienta molida y el zumo de medio limón. Triturar hasta conseguir una crema homogénea. Servir bien fría. A la hora de servir, si se desea, se pueden añadir unas gotas de aceite de oliva y algo más de pimienta molida.


miércoles, 20 de agosto de 2025

01711 Una de las Tapas de Chus

 SUMA SENCILLEZ


La sencillez de las cosas nos deparan en muchas ocasiones gratos e incluso inolvidables descubrimientos. Este caso al que voy a referirme, tiene que ver con un bocado de aperitivo, pero se puede trasladar esta apreciación a otros muchos aspectos de la vida. Suma sencillez.

El asunto es que recientemente llamé a mi amiga Chus para cerciorarme de que se encontraba en casa y así poder llevarle productos de mi generosa huerta. Habitualmente, siempre se trata de un sube y baja a su casa. Saludar, entrar las bolsas con el contenido hortícola hasta la cocina y despedida. Mi vida no da para más. Contra todo pronóstico, ese día que nos ocupa. el sol, con sus cerca de 40 grados a la una de la tarde, me echó del huerto. Me puse de nuevo en contacto con Chus para decirle que llegaría a su casa antes de lo previsto. Cuando subí, me aguardaba un delicioso aperitivo y una fría cerveza. Algunas de las delicias ofrecidas ya las conocía, pero una de ellas reclamó poderosamente mi atención. En uno de los platos, sobre unos crackers aparecían depositadas unas anchoas, acompañadas, a simple vista, por unas medias nueces de mantequilla. Mi amiga me invitó a probarlas. Creo que mi atención sobre el sencillo bocado me delató. Chus me explicó que se trataba de una tapa que había probado no hacía muchos días en un bar zaragozano y que le gustó. Efectivamente, la tapa en cuestión no guardaba secreto alguno; crackers, una buena anchoa y media nuez de mantequilla sin sal. Tras probar la primera, asentí con la cabeza. Curiosa y atractiva combinación de textura y sabores. Una propuesta a tener muy en cuenta para improvisar un aperitivo y acompañarla con una cerveza o lo que se tercie. Nunca se me hubiese ocurrido. Pero quien la ideara, acertó. Ya lo creo que acertó.

Cuando bajaba en el ascensor para volver a casa pensé, -últimamente pienso poco y mejor así-, la sencillez me ha vuelto a dar una nueva lección imprevista y gratificante.








viernes, 15 de agosto de 2025

01710 Las Chiretas

 FELIZ REENCUENTRO


Tocaba almuerzo. Comencé a leer las propuestas gastronómicas, cuando de repente, apareció ante mis ojos la palabra “chiretas”. Casi se me saltan las lágrimas de la emoción. Ya no me interesó nada más de lo ofertado. Mis compañeros de mesa se sorprendieron tanto por la elección como por mi manifiesta cara de felicidad. Tuve que explicarles que igual hacía más de veinte años que no las probaba y que hubo un tiempo, cuando vivía en Monzón y Gloria se desplazaba a la Ribagorza o al Sobrarbe por motivos de trabajo, siempre regresaba a casa con unas deliciosas chiretas. Nos encantaban cortadas a rodajas y fritas, previamente pasadas por harina y huevo. También les comenté que, en el aperitivo de nuestra boda, realizada en los claustros de la Catedral de Roda de Isábena, fueron protagonistas, junto a la torteta, morcilla, longaniza de Graus, chorizo, y otras viandas, en el inicio del festín, de un 2 de enero.

A modo de anécdota, recordé que la primera vez que comí chiretas fue en Monzón. No me gustaron absolutamente nada. Todo un fiasco. Un amigo me había regalado dos ejemplares y me dijo que, a él, como más le gustaban era al horno. Y así que las hice. No había por dónde hincarles el diente. Y eso que soy de los que no le hace ascos a nada en materia alimenticia. A la basura que fueron. Días más tarde, quedó demostrado que el problema es que no las había cocinado bien.

El caso es que, al cabo de unos días, en un bar de la mencionada localidad mediocinqueña, las ofrecían rebozadas, a modo de aperitivo, y a por ellas que fui. Me encantaron. Nada que ver con el resultado de mi torpeza. Desde aquel entonces, hasta que regresé a Huesca, mi afición por las chiretas fue creciendo sin límites. De aquí, que después de más de veinte años sin probarlas, me pareciera un lujo volver a tenerlas delante de mí sobre un plato.

Cuando las pedí, pregunté solo por curiosidad, cómo las cocinaban, y me dijeron que, en finas rodajas, a la plancha, con una picada de ajo y perejil, y con un huevo frito, opcional. Ya puestos, respondí, al completo. Nunca las había tomado de esta guisa y me parecieron exquisitas. Me hubiese tomado otro plato, pero me pareció excesivo. Para el feliz reencuentro ya estaba bien así. Además, cuando tenga antojo, ya sé dónde encontrarlas.

Para quienes no conozcan este embutido, decir que las chiretas son tripas de cordero, vueltas, cortadas y cosidas con hilo blanco en forma de saco o bolsa, y posteriormente rellenas de arroz condimentado con ajo, perejil, especias al gusto y las partes del cordero que se incluyen, en su origen, pulmón y corazón, cortadas en trocitos muy pequeños. Una vez elaborado el saco, se hierven unos tres cuartos de hora.

La palabra “chireta” proviene del verbo aragonés chirar, cuyo significado es “dar la vuelta”.

 




miércoles, 13 de agosto de 2025

01709 Mirada Agradecida

 DANZANTES DE HUESCA


Podrán pasar los años, pero el sentimiento y la mirada seguirán siempre agradecidos, aunque ya no seamos los mismos. 

lunes, 11 de agosto de 2025

01708 Paisajes Escritos 15

 HONESTOS SILENCIOS


Valles enigmáticos del Pirineo en los que habitan honestos silencios y abruptas montañas lejos del éxodo a las ciudades.

Óleo sobre lienzo de Fernando Herce.
Texto de Antonio Herce
Exposición: Paisajes Escritos. Huesca, junio de 2015


domingo, 10 de agosto de 2025

01707 En Familia

 POLLO AL CHILINDRÓN


El chilindrón, en el caso que nos ocupa, el pollo al chilindrón, sabe mucho más que a ave y huerta. Tiene el sabor del recuerdo y de la tradición. Un sabor a fiesta compartida entre nostalgias y emociones. Sabe a invitado y a familia. Lo he vuelto a ratificar, como cada año, en el 10 de agosto, mientras probaba el primer  bocado de este guiso y miraba, emocionado, la concurrida y animada mesa en torno a la que estábamos sentados en familia.


01706 Al Final de la Jornada

 10 DE AGOSTO, SAN LORENZO EN HUESCA


Santo y Patrón, no me busques en el olvido ni en la duda. Encuéntrame al final de una oración esperanzada al final de tu gran día.


01705 Mi Humilde Oración a San Lorenzo

 CADA 10 DE AGOSTO


Por los que están y por los que sin estar, permanecen siempre en cada gesto de tu fiesta; en el tañido de cada campana, en el dance de la espada y en la albahaca del rapatán, en el abrazo laurentino, en el recuerdo de mocedad aprendido y compartido, en el blanco de la amistad y el verde de la esperanza... Y en la mirada limpia y penetrante del Santo Patrón, San Lorenzo, al que vuelvo a recordar hoy, en la mañana del 10 de agosto, y le pido una sonrisa y protección para todos los oscenses.


jueves, 7 de agosto de 2025

01704 Reto o Tozudez

 TOZUDEZ O RETO


No hace muchos días, en uno de mis gratificantes cafés que acostumbro a tomar con mi amigo Pepe, no sé cómo salió a colación la cuestión de los retos. Pepe me comentaba que siempre le ha gustado tener retos en su vida y que llegada a la edad en la que nos encontramos, se hace necesario tener algunos en la recámara. A él, le encantan los retos. De hecho, ahora anda metido en alguno que otro. Yo, ese día, simplemente le escuchaba. En materia de retos estoy pez. Sí que me he propuesto a lo largo de mi vida alguno, pero no creo recordar que llegaran a buen término. Estoy pensando, pero no me viene nada a la cabeza. De los fracasos me acuerdo más. Por algo será.

Mira por dónde, que revisando fotografías de los cuadros que he pintado, este que ilustra la entrada, me ha hecho reflexionar sobre lo que me contó de los retos mi amigo y que tan solo he esgrimido un resumen, lo mollar de la conversación. Esta pintura, se trata de un paseo que me atrapó el día que anduve bajo sus árboles. Era un día precioso de luz, olía a limpio, a muy limpio, no me encontré a persona humana alguna y se me antojó que estaba disfrutando de mi personal jardín soñado. Hice unas cuantas fotografías con el objeto de, algún día, llevar este trozo de paz al lienzo. Y ese día llegó.

Comencé bien, pero conforme se sucedieron los días, el idílico cuadro se me empezó a hacer bola. Era, para mis habilidades pictóricas, bastante complejo. El exceso de vegetación y los verdes en sus distintas tonalidades me complicaban la vida. No había manera de aproximarme a lo que la fotografía me dictaba. Así, que un día que no estaba de buen talante, decidí abandonarlo.

Pasó algún tiempo hasta que volví a la carga con la decisión de no imitar a la imagen, del todo imposible para mi, pero sí de reinterpretar el modelo. Abandoné los verdes e incorporé otros colores que me ayudaran a recordar aquel lugar. Tampoco me resultó fácil, pero al final lo conseguí. 

Cuando vuelva a tomar café con mi amigo Pepe, sacaré de nuevo la conversación y le diré que aunque carezco de retos, y esto pudo ser uno, sí que soy muy testarudo, muy cabezón, como se dice en mi tierra. Este cuadro es una prueba de ello. Creo que el reto es otra cosa.


miércoles, 6 de agosto de 2025

01703 La Vida Es Como una Sandía

 RECORDANDO A FORREST GUMP


"La vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar". Con esta célebre y niquelada frase comenzaba la película "Forrest Gump", magníficamente interpretada por Tom Hanks. Por cierto, me apetece volver a verla. Me lo anoto en mi libreta de asuntos pendientes.

El caso es que meto tantas horas al huerto, que hasta hablo con sus plantas y sus frutos. Hay días en los que no veo persona alguna. Mientras me tomaba un café y descansaba un rato, me he quedado mirando una sandía recién cogida de su mata y me ha venido a la cabeza la popular frase. Y he pensado que la vida también puede ser como una sandía, nunca sabes con qué dulce sabor te va a deleitar o lo sosa y sin sustancia que puede llegar a ser.

Mi suegro siempre decía que este huerto y su tierra no era apto para melones ni sandías, aunque en ocasiones, en muy contadas ocasiones, se rompe la regla, sobre todo en lo referente a sandías. Los melones los he dado por imposibles y ya ni me molesto en plantar, que para su resultado ya tengo los pepinos.

Retomando la tan traída frase, igual la caja de bombones queda más poética que la sandía. Su interpretación, como los bombones, tiene muchos matices. No lo discuto. La sandía, en cambio, o sale buena o es un fiasco, como la vida misma. O blanco o negro. Aquí si que no hay grises. 



01702 Los Espaguetis Negros con Mejillones y Botarga

 DISFRUTE PLENO Y PAUSADO


Desde que el huerto ha comenzado a regalarme sus frutos, mis comidas y cenas se basan en verduras y hortalizas, fundamentalmente. Este año está siendo especialmente generoso. No obstante, sobre todo llegado el fin de semana y en atención a otros gustos familiares, la huerta deja paso a otros sabores.

En esta ocasión, los protagonistas han sido unos deliciosos espaguetis negros con mejillones y botarga. Aunque todo, absolutamente todo, procedente de la huerta me encanta, echaba en falta este tipo de platos. Y este, especialmente.

Su preparación es super sencilla, además de rápida. Este cocinado, en un principio, lo preparábamos en casa con espaguetis blancos y mejillones, pero en los últimos tiempos, no sé si contagiados por cuanto nos rodea, es broma, todo es negro: espaguetis negros, arroces negros... El añadido de la botarga, especialidad gastronómica mediterránea hecha a base de huevas de pescado saladas y secas, fue a raíz de nuestro primer viaje a la isla de Cerdeña. Desde aquel entonces, y tras probar unos espaguetis con almejas y huevas de mujol, rara es la vez que no nos acompaña en las pastas con ingredientes marinos. Es una auténtica pasada el sabor que les confiere. Mañana volveré a los platos de huerta, pero de momento, disfrutaré plena y pausadamente de esta exquisitez.

Ingredientes para 4 personas: 500 gramos de espaguetis negros, 1 kilo de mejillones, 3 dientes de ajo, 3 guindillas cayenas, aceite de oliva virgen extra y botarga rayada en la cantidad que se desee.

Elaboración: En una sartén con un poco de aceite de oliva, cocinar los ajos picados y las cayenas, una troceada y las otras dos enteras. Cuando comience a dorarse el ajo, incorporar la pasta, escurrida, que habremos cocido previamente en abundante agua con sal. Remover a fuego medo durante un minuto. Añadir los mejillones sin sus valvas y que deberemos haber abierto al vapor. Remover durante un minuto para que se integren los sabores. A la hora de servir, rallar sobre cada ración ya en el plato, una buena cantidad de huevas. Servir caliente. 



domingo, 3 de agosto de 2025

01701 El Café en el Huerto

 EL MEJOR DEL DÍA


El café me gusta tomarlo en cualquier lugar y a cualquier hora. Desde hace muchos años se ha convertido en mi "bebida" de referencia. No pongo reparo alguno. Reconozco que me encanta, casi en exceso. Dicho lo cual, tengo que añadir que en los últimos años, donde más lo disfruto, en toda su plenitud, es en el huerto, justo antes de iniciar la faena.

Un café bebido en el termo donde lo he transportado y acompañado de un cigarrillo, mientras miro la tierra trazada, que espera mis diarias atenciones. Un café en soledad, sin ruidos, si acaso, el sonido del trinar de algunas aves que paran unos segundos en el huerto para continuar en otro lugar sus juegos. 

Es un café sin pensamientos. Ya es difícil. Pero sí, sin pensamiento alguno. Solo la mirada y la ilusión por lo que ha de venir, marcan tan preciado instante. Y así, un día tras otro. Como si se tratase de un ritual, me cambio de ropa, me siento en la pequeña acequia del huerto y voy saboreando pequeños y amargos sorbos de café. Me hace sentir bien y creo que este momento hasta me reconforta. Definitivamente, mi mejor café es el que me tomo sin prisas, sin ansias, sin sentirme observado, sin reproches, sin nada que me perturbe, sin lágrimas, sin reparos... Ese café que me tomo cada día en el huerto, justo antes de comenzar a mancharme felizmente con la tierra.


viernes, 1 de agosto de 2025

01700 Las Imágenes Paradójicas

 UN DIVERTIDO ENTRETENIMIENTO


De vez en cuando, en el ocioso caminar, te encuentras con imágenes paradójicas, que mirándolas detenidamente, son capaces de dibujarte una sonrisa. Esta es una de ellas. Es lo que parece; una torre vigía bajo un cielo cubierto de nubes con sus claros. Pero en ese entretenimiento, infantil entretenimiento, de cambiar la realidad por la utopía, pensé que bien podría tratarse de una chimenea que en lugar de arrojar humo, lanzara cielo de un intenso azul. Paradójico y del todo imposible. Aunque quien sabe, cosas más raras se ven en el devenir de los días.