PINCELES Y PINTURAS
Hace unos años abandoné esta hermosa terapia. Estuve un lustro apartado de los lienzos. Eché en falta esta actividad, al igual que los días que no junto letras, por no decir escribir. Todo tiene su fecha de caducidad, hasta el abandono. Hace dos veranos, en una mañana en la que el huerto me dio un respiro, me reencontré con los pinceles. Solo el olor de las pinturas al óleo y el disolvente, me devolvieron la ilusión. No sabía qué iba a pintar. Solo quería retomar la afición. Tras varios trazos apareció un trocito de mis felices veranos en Somo. Fue un feliz reencuentro. Le prometí que nunca más volvería a suceder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario