VIDA, CANTO Y VERSO
no puedo respirar
tu aire,
que no alcanzo,
ni divisar tus horizontes
a desmano.
Me conformo con mirarte
cuando cansado,
pero feliz,
tomo con alegría el último
de mis pasos
para regresar
a la buhardilla de mis sueños.
Como es natural,
no me entiendes.
Tampoco te lo pido.
Ni yo muchas veces me comprendo.
Acojo con cariño
cuanto de ti se desprende
y lo guardo en mis pupilas
para mis días de arresto.
Tu no sabes,
ni te imaginas,
la gratitud que te profeso
por ser vida, canto y verso.
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