sábado, 11 de junio de 2022

01000 Mil

 DE DIEZ MIL COSAS


Acabo de mirar que el 11 de febrero de 2015 inicié este caleidoscopio vital, como así fue definido por mi añorado hermano Antonio. Han pasado siete años desde aquel día en el que me marqué como objetivo escribir sobre diez mil cosas que me gustaran e ilustradas con imágenes que fueran marcando mis días. Podía caber de todo; paisajes, gastronomía, personas importantes en mi vida, relatos, recuerdos, pueblos y ciudades, abstracciones..., pero sobre todo, desde un principio he querido plasmar y compartir sensaciones,  emociones y espacios de encuentro.

Recuerdo que comenté el proyecto a la gente de mi entorno. Recuerdo también que no fue muy bien entendido y que incluso llegaron a pensar, esto simplemente lo intuyo, que se trataba de una fernandada más, como tantas otras. Lo percibía en sus caras.

En lo que sí que coincidieron en indicar a los que trasladé mi aventura, es en lo excesivo, por inalcanzable, del proyecto. Diez mil cosas son muchas cosas, me decían. Solo enumerarlas ya costaría. Me sugerían que bajara el listón y que lo colocara en quinientas o mil cosas a las que prestar mi atención. En ese momento, ilusionado por el proyecto como estaba (ahora, con algún que otro altibajo lo sigo estando) me pareció factible alcanzar las diez mil cosas. 

Llegado a este punto, y como siempre, tengo que reconocer que en el término medio está la virtud y el equilibrio. Soy consciente de que las diez mil entradas no las llegaré a escribir por más que me lo proponga. Pero también es cierto que si hubiera hecho caso a los que me aconsejaban reducir el número, el blog, hoy, hubiese llegado a su fin. 

Echo la vista atrás y no sé si han sido largos o cortos estos siete años en los que han pasado muchas cosas,  tanto en lo personal como en este planeta. Como contradictorio que me considero, hay días que me parece que fue ayer y otros que ha pasado una eternidad. Vuelvo a leer la introducción que escribí hace siete años y tengo que reconocer que me he ido un poco de su filosofía inicial. Es algo que, al parecer, no he podido controlar.

Tengo muchas dudas sobre este blog. Calidad e interés al margen, tengo ya una edad como para dejar ya de demostrar nada. Para mí, lo único cierto es que lo sigo necesitando. Necesito de su existir porque me hace seguir ilusionado, porque me ayuda a aprender a escribir, a quitarme prejuicios, a seguir idealizando la vida, a mirar esta con otros ojos y otras perspectivas..... y porque me hace feliz. Creo, me digo, que son motivos suficientes como para seguir hacia adelante, hasta donde llegue.







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