Al fin y a la postre, el resultado final de cualquier elaboración gastronómica es el sabor, que no es otra cosa que la combinación de alimentos y condimentos adecuadamente ejecutados. Es aquí donde entran en acción la imaginación, la creatividad y el divertimento de andar por casa.
La propuesta para hoy es una sencilla ensalada de cebolla, atún en aceite y mis queridas piparras. Los tres alimentos por separado son un deleite y formando equipo, una gozada de combinación: la dulzura de la cebolla, la textura del atún y la personalidad de la piparra, unidos por la sal y el aceite de oliva virgen. La única observación a tener en cuenta es que los alimento sean de calidad y que la cebolla dulce sea auténtica y dulce de verdad, al margen de lo que diga el letrero que anuncie su venta.
Una ensalada que no está ceñida a una estación concreta del año; cualquiera de las cuatro del año hace buenas migas con ella. Ideal para los días de campo y mantel.
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