ALGO SOBRE EL AGRADECIMIENTO
la tierra o el olor a sosiego,
que mis pensamientos quisieron anclarse,
sin miedo,
al magno acontecimiento de la belleza
sin costuras ni artificios.
La nieve parecía querer huir de las montañas.
Su tiempo de acomodo llegaba a su fin.
El cercano río musitaba
su vivaz canción de primavera.
Se encontraba todo tan quieto,
tan plácidamente reposado,
que el jadeo de la respiración,
Sin disimulo alguno,
contemplé el paisaje,
olfateando cada aroma
que se desprendía de tan impresionante obra.
Me puse en cuclillas,
tomé entre mis dedos una pequeña hierba
y sin decir nada,
comencé a escuchar a mis pensamientos.
Me tenían en vilo.
¿Cuál sería hoy su suerte?
Solo pude escuchar,
a duras penas,
algo sobre el agradecimiento.
Y me tumbé con ellos,
mirando al cielo.
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