martes, 23 de octubre de 2018

00849 Los Mejillones al Vapor

A PECHO DESCUBIERTO


Seguimos en época de mejillones. Con este molusco se pueden realizar infinidad de elaboraciones de suma sencillez. Pero si hay una a la que se le puede colgar la medalla de oro de la sencillez, es la de los mejillones al vapor. Además, es la forma de hacer que respeta al máximo el sabor del mejillón.

A esta minimalista preparación hay quien le añade limón, granos de pimienta, clavo o laurel, si bien mi propuesta no lleva absolutamente nada; el mejillón a pecho descubierto y sin disimulos de sabor. La sencillez no está reñida con el sabor y en este mucho menos.

Una vez limpios los mejillones y eliminadas las barbas que presentan, los depositamos en una vaporera de cocina a la que habremos vertido un dedo de agua. Sé de quien incluso no pone ni una gota de agua y solo se sirve de la que van desprendiendo los propios moluscos. Tapamos la vaporera y llevamos a ebullición. Una vez que rompa el agua a hervir, dejamos que se cocinen los mejillones por espacio de unos diez minutos y retiramos del fuego. Liberamos la carne de sus caparazones, descartando aquellos moluscos que no se han abierto al vapor, y colocamos los mejillones en la fuente para sacar a la mesa.

Hay que aprovechar estos meses en los que los mejillones llegan a las pescaderías y supermercados con un más que notable aspecto y pletóricos de sabor.


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