sábado, 2 de junio de 2018

00708 Las Galletas al Minuto

UNA FORMA DE HABLAR

Decir al minuto significa que se hacen en un visto y no visto. Son de esas galletas que nacen en un momento indeterminado mientras estás viendo la televisión y no te interesa nada de lo que te proponen. Es en ese justo instante, cuando te levantas y dices: "Voy a la cocina a hacer unas galletas". Es lo que hace mi hija Jara, especialista en estas galletas y la repostera de casa.

La receta la aprendió de su tía Sara en un viaje a Bilbao y no puede ser más sencilla.

Ingredientes: un huevo, harina y azúcar.

Elaboración: Misma cantidad de azúcar y de harina que lo que pesa el huevo. Se separa la yema de la clara y mezclamos la yema con la harina y el azúcar. Se bate la clara a punto de nieve y se mezcla con cuidado con la anterior masa resultante. Sobre una bandeja de horno se coloca una lámina de papel antiadherente de horno y con una cuchara sopera vamos depositando la masa. Cada cucharada una galleta. Tenemos cuidado de que no se toquen unas a otras. Introducimos la bandeja al horno a 180 grados centígrados por espacio de unos 20 o 30 minutos. Hay que estar atentos de que nos se nos quemen. Las sacamos del horno, dejamos enfriar y listas las galletas.

No son la bomba, también hay que decirlo. Pero tienen su gracia, sobre todo cuando Jara dice: "Voy a la cocina a hacer unas galletas", y al cabo de no más de media hora aparece en el salón con sus redondas y flamantes galletas. Justo a tiempo para ver una película.


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