sábado, 30 de junio de 2018

00736 El Fondant de Azúcar

POR LO QUE REPRESENTA

No es que me vuelva loco el fondant de azúcar, creo que hasta me sienta mal, pero sí que me gusta por lo que representa. Y no es que yo lo trabaje, para nada. En alguna ocasión ayudé a mi hija Jara en hacer alguna de sus "ocurrencias". La artista de la familia, en esta ocasión es mi sobrina Carmen. Es una auténtica maestra del manejo del fondant de azúcar.

No hay acontecimiento familiar en el que no esté presente una tarta de fondant de Carmen. Que hay una "herzada", es decir, un encuentro de Herces, allí que se presenta Carmen con alguna tarta alusiva para la ocasión. Que hay un encuentro en torno a la longaniza, pues nada, manos a la obra: una tarta de longaniza sobre puré de patata. Por supuesto, de fondant de chocolate. Que hay un cumpleaños que celebrar.... pues Carmen sabe de los gustos y aficiones del homenajeado y tarta que va.

Son auténticas obras de arte. Siempre decimos lo mismo: "Da pena comerte la tarta". Y la respuesta siempre es la misma: "Pues una foto para el recuerdo y dar buena cuenta de la tarta". Dicho y hecho, foto y a disfrutar del momento.

Y así es como tengo una buena colección de fotos de recreaciones de fondant de azúcar elaboradas por mi sobrina Carmen. Ahora las miro y vuelvo a disfrutar de los grandes momentos y de los encuentros que hemos compartido. Sus tartas se han convertido un clásico y los encuentros familiares en una necesidad.

Por eso, el fondant de azúcar, ni fú ni fá, pero pase por la puerta grande de este blog por todo lo que representa.






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