viernes, 8 de junio de 2018

00715 El Puré de Puerros

OTRA DELICIA

El puerro hace ya muchas entradas que aquí quedó loado, así que hoy voy a hervirlo y triturarlo junto a tres compañeros de olla para hacer un puré. Me encantan los platos de cuchara y como no, los purés. Se hacen en un periquete, se conservan bien y se agradece su consumo. Por este blog ya han pasado unos cuantos.

No tiene mucha más palabra, más allá de dejar aquí constancia otra de las cosas que me gustan. Cierto es que hasta hace un par de años, en lugar de puré hacía crema. Pero una voz docta me invitó a que eliminara la nata de estas elaboraciones y que la sustituyera por caldo de carne y así reconvertir la propuesta en puré. Y así lo hice. El resultado es más que satisfactorio. Además, permite ir haciendo pequeños experimentos que con la presencia de la nata posiblemente fueran inviables para el gusto.

Lo habitual es hervir un kilo de puerros limpios, cuatro patas pequeñas, media cebolla y caldo de carne o una pastilla concentrada de caldo. Una vez cocidos los ingredientes solo resta triturarlos ayudado del brazo de cocina, comprobar el punto de sal y acabar con un agradecido chorrito de aceite virgen de oliva.

A la hora de servir, me gusta añadir algo que le de un contraste de color o un sabor añadido o un mero capricho. Unos días puede ir acompañado con un poco de pimienta molida, otros con unas láminas de jamón ligeramente pasada por la plancha, o con unos dados de pan frito, o espolvoreado con cúrcuma... Hoy lo he tomado con un ramo de eneldo que tengo plantado en la terraza. Me gusta el eneldo y al puré de puerros parece que también.


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