lunes, 12 de septiembre de 2022

01052 La Lasaña

A LA BOLOÑESA


De vez en cuando, o lo que es lo mismo, en contadas ocasiones, me salgo de la rutina para darme pequeños grandes homenajes. Tengo un listado más o menos amplio de platos para este tipo de celebraciones, que materializo a impulso de antojo. Uno de estos es la lasaña de carne. Me parece algo delicioso.

Cuando mis hijas eran pequeñas, la lasaña se recibía en la mesa con las caritas de las niñas vestidas de fiesta. No sé qué me gustaba más, si deleitarme con esta exquisitez o ver cómo disfrutaban mis hijas con este plato tan demandado por ellas y que tanto costaba ejecutar. Es cierto que su elaboración es sencilla y no lleva mucho tiempo, una hora aproximadamente, pero siempre se hacía un poco cuesta arriba. Llegado el fin de semana ya no valían excusas, así que entre insistencias, "ojitos" y alguna que otra carantoña, al final se salían con la suya. Y yo, encantado.

Tan popular y universal plato, mi cerebro lo tenía registrado en Italia. Pero parece ser que estaba en un error, ya que su origen, según historiadores y documentos, lo localizan en Grecia. No obstante, su nombre proviene del latín "laganum", que significa plato, y tal y como la comemos en la actualidad es creación de los antiguos romanos, reformulada de las tradiciones helénicas y difundida junto a la expansión del imperio. La incorporación del tomate a la lasaña, no llegaría hasta el siglo XVI. También desconocía que esta sabrosa torre de pasta tenía su Día Mundial; el 29 de julio.

De la larga lista de variedades de lasaña, sólo he probado y elaborado la de espinacas, la de carne con especias, la de verduras con gambas y la de carne a la boloñesa. Me gustan todas, pero quizá sea esta última la que goza de más popularidad en casa. Así, que aquí va la receta que un día, no sé cuándo, ni dónde, aprendí.

Ingredientes para 6 personas: 12 placas para lasaña, salsa boloñesa, salsa bechamel, 150 gramos de queso parmesano rallado y una nuez de mantequilla.

Para la salsa boloñena: 600 gramos de carne picada (300 gramos de cerdo y 300 de ternera), 200 gramos de beicon, 1 cebolla, 50 gramos de zanahorias, 500 gramos de tomate frito, 100 ml de vino blanco, aceite, sal, pimienta y una cucharada de azúcar.

Elaboración salsa boloñesa: Pelar y picar la cebolla y las zanahorias, y dorarlas en una sartén con un poco de aceite a fuego medio. Añadir el beicon cortado a trocitos. Cuando también esté dorado, añadir la carne picada. Remover y cocinar a fuego medio. Una vez que está hecha la carne, agregar el vino y cocinar hasta que se evapore por completo. Incorporar el tomate natural pelado y mezclar bien todos los ingredientes (todo este proceso a fuego medio). Salpimentar al gusto con orégano, pimienta, sal, y una cucharada de azúcar para contrarrestar la acidez del tomate, y cocinar a fuego lento durante una hora aproximadamente, o hasta que se observe que el tomate está ya frito. La salsa tiene que quedar jugosa pero no líquida.

A continuación, preparar abundante salsa bechamel, como se tenga por costumbre, pero que no sea muy espesa.

Montaje de la lasaña.  Cocer las placas de lasaña, según las instrucciones del fabricante. Untar con una nuez de mantequilla la fuente o recipiente donde se vaya a cocinar al horno la lasaña. Verter encima un cucharón de salsa bechamel. Colocar sobre la bechamel placas de lasaña, de forma que cubran toda la fuente o recipiente, y evitando que queden huecos entre ellas o que se solapen demasiado. Cubrir las placas con salsa boloñesa y espolvorear por encima queso parmesano. Completar con salsa bechamel. Repetir el proceso hasta agotar todas las placas de lasaña. Finalizar con salsa bechamel y queso parmesano rallado. Introducir la fuente en el horno precalentado a 180 grados centígrados durante una media hora. Poner la función gratinar del horno en los últimos siete minutos de horneado.









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