martes, 6 de septiembre de 2022

01048 El Guiso de Cordero

DE ABUELAS Y MADRES


Regreso a la cocina tradicional con el recuerdo puesto en abuelas y madres. Un plato repleto de sabores que nos traslada a fiestas y encuentros familiares. La humildad hecha cocina para agasajar a todo aquel que se siente a la mesa. Solo el olor que se desprende de su cocinado, anticipa que todo está bien, que se va a estar bien, que todo va a ser amable, seguro y placentero. Nada puede fallar. Hablo en un presente que recojo del pasado.  Un guiso, el de cordero, aprendido sin obligación a fuerza de costumbre y algo de atención. Guiso de truquillo, cada cual el suyo, pero que al final del camino, todos están de auténtico vicio. Lástima que los años no pasen de gratis y ahora, haya que tomarlo con discreción, no vaya a ser que nos repita y la noche sea toledana. Alguna ya ha habido.

Y tras estos vaivenes sin importancia, es momento de abordar este guiso de cordero, todo un clásico de nuestra cocina tradicional. Se trata de un plato contundente y repleto de sabor. Su elaboración es muy sencilla. Para su éxito solo se necesitan dos cosas: buen producto y dejar las prisas antes de entrar en la cocina. La prisa nunca es buena consejera y en la cocina, si la hay, puede ser un auténtico desastre. Como la mayoría de los guisos, es necesario disfrutar mientras se cocinan.

Ingredientes para 4 personas: 1 kilo de cordero en trozos. Se pueden utilizar varias partes del cordero, como la falda, el cuello o la pierna. 1 cebolla, 1 hoja de laurel, 3 dientes de ajos, medio pimiento verde, medio pimiento rojo, 1 zanahoria, 4 cucharadas de tomate frito, 200 ml de vino blanco, aceite de oliva, una cucharada de pimentón dulce, sal y pimienta.

Elaboración: Comenzamos por salpimentar los trozos de cordero. Ponemos una cazuela al fuego con un buen chorro de aceite de oliva e incorporamos los ajos enteros. Cuando el aceite esté caliente, añadimos los trozos de cordero que freímos hasta que se doren, Reservamos. Picamos menudamente las verduras y las incorporamos a la cazuela con el cordero ya dorado. Removemos y cocinamos durante unos cinco minutos a fuego medio con el fin de evitar que se nos quemen las verduras. Una vez que las verduras se hayan pochado, añadimos el tomate, el pimentón y la pimienta. Removemos bien y añadimos el vino blanco. Dejamos que hierva y que se evapore el alcohol. Añadimos agua hasta cubrir la carne y una hoja de laurel. Dejamos que se cocine a fuego medio por espacio de unos ochenta minutos o hasta que veamos que la carne está ya tierna. Comprobar a media cocción el estado de la carne por si es necesario añadir más agua o rectificar de sal y pimienta. A la hora de servir se puede acompañar de unas patatas fritas.

¡Todo un disfrute!




 

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