jueves, 26 de julio de 2018

00752 Ualaaaaa

ASOMBRO

Me parece que es la última expresión coloquial incorporada a mi vocabulario. Me resulta simpática, muy expresiva y que lo dice todo cuando algo nos asombra. Dicha por una criatura adquiere otra dimensión al añadir a la expresión los rasgos de asombro dibujados en su cara. Los adultos somos aquí menos expresivos.

La primera vez que la escuché fue en boca de mi hija Jara en un cumpleaños a la hora de recibir un regalo. Era pequeña. Tras desenvolver el regalo y descubrir el Dvd de una de sus películas favoritas por aquella época, pronunció un "Ualaaaaa" que me llegó al alma. Su carita lo quería decir todo,  pero con el "ualaaaaa", parecía querer enfatizar ese momento de espontánea felicidad por el regalo recibido. A continuación llegó el cálido abrazo. Le gustaba abrazar cuando quería agradecer. Y era, y sigue siendo, de buen conformar.

Tanto me gustó ese "ualaaaaa", que empecé a utilizarlo, sin tanta gracia, en el día a día. La imagen que ilustra esta entrada ha sido mi último "ualaaaaa". Fue recientemente en uno de esos días de salir a la terraza a airear la cabeza y aprender algo nuevo del paisaje conocido. Abrí la hoja del ventanal, di dos pasos, miré al frente y "ualaaaaa", una mancha de luz parecía quererse adueñar del grisáceo cielo.

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