domingo, 31 de marzo de 2024

01309 ¿Redondas o Alargadas?

 REDONDAS Y ALARGADAS


Recientemente, en una conversación de café, un amigo me preguntó: “¿Cómo te gustan más las croquetas, redondas o alargadas?”. Me cogió la pregunta de manera tan imprevista, que no supe qué contestar. Para salir del paso, contesté que, si la masa de la croqueta estaba bien cocinada y tenía un buen sabor, me daba lo mismo su forma de presentación. Mi compañero de café me trasladó que, a él, le gustaban redondas. Y así quedó la cosa. Sin más debate al respecto. No tenía yo un día muy parlanchín.

Cuando llegué a casa, y mientras me disponía a vestir mi indumentaria doméstica, retomé conmigo mismo el asunto. Recordé entonces las primeras croquetas redondas probadas en mi vida. Fue en mi primer viaje a Santander, en el verano de 1994. Ya he comentado en reiteradas ocasiones mi falta de memoria para las fechas y sus derivados, pero esta ocasión la recuerdo, ya que mi hija Loreto, por aquel entonces, tenía meses. A partir de aquí, Cantabria, y en particular, Somo, sería nuestro destino vacacional familiar.

Hasta ese momento, las croquetas que siempre había comido tenían forma alargada. Y más que croquetas, parecían croquetones. Nada que ver con lo que se estila ahora. El caso es que aquellas primeras croquetas redondas que comí, recuerdo que fueron de queso, cabracho y cocido, dejaron en mi paladar un gratísimo recuerdo. Además de llamarme la atención, se comían de un solo bocado, recibiendo una explosión de sabores, y esto también era una novedad para mí.

Muchas cosas han cambiado en las últimas décadas, y el maravilloso y atractivo mundo de las croquetas, no ha estado ajeno a los cambios. En cuanto a las formas, además de las redondas o alargadas, he llegado a ver cuadradas y hasta triangulares. Por lo que respecta a los sabores, a las consabidas y tradicionales de jamón, cocido, queso, huevo duro y bacalao, se han sumado una legión de gustos. Parece que, en la actualidad, todo es susceptible de ser presentado en forma de croqueta. Al fin y a la postre, una croqueta no deja de ser, según la Real Academia Española de la Lengua, “una porción de masa, generalmente redonda un ovalada, hecha con jamón, carne, pescado, huevos u otros ingredientes picados, que, ligada con bechamel, se reboza en huevo y pan rallado y se fríe en aceite abundante”.

En resumen, lo que le dije a mi compañero de café, por decir algo y que ahora ratifico con la bata y zapatillas de estar por casa, si la masa de la croqueta está bien cocinada y tiene un buen sabor, me daba lo mismo su forma de presentación.

 

 

 

 







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