sábado, 19 de agosto de 2023

01177 "No Pasar"

 PASTEL DE VERANO CON MEJILLONES


Hay días en los que se adivina un gran letrero en la puerta de la cocina en el que se puede leer: "No pasar". Me refiero a esos días de canícula en los que solo pensar en abrir un fuego de la cocina eléctrica, comienzas a sudar la gota gorda. Bien se vale, que el apetito baja en la misma proporción que el mercurio del termómetro sube.

Para estos días, cualquier cosa ligera y sin complicaciones puede servirnos de sustento para pasar la jornada. Pero tampoco hay que dejarse demasiado. Habitualmente acostumbramos a recurrir a las ensaladas y poco más. No obstante, hay platos imaginativos que, sin mucho empeño, parece que estás comiendo un manjar de dioses. Algo parecido es lo que en esta ocasión traigo hasta este caleidoscopio vital. 

No es que se adivinara el letrero en la puerta de la cocina, sino que se voceaba. Cada vez que íbamos a ella por algún motivo, todos los que la pisábamos, salíamos diciendo lo mismo: "No se puede estar de calor". "Como para ponerte a cocinar". Pero como siempre mantengo, la cocina, además de ser fuente de inspiración, no lo digo por mí, sino por los que entienden de gastronomía, es un manantial de recursos. En este caso, teníamos bastante a nuestro favor. El pastel de verano lo teníamos elaborado del día anterior. Para los mejillones al vapor no se necesitaban más de tres minutos de fuego. Y de la mayonesa casera, poco hay que decir. Y así fue como salió un plato fantástico en sabores, fresquito y placentero al paladar y sobre todo, al cuerpo. La verdad es que fue todo un acierto de plato, para un día de auténtico, sofocante y aplastante calor.

En cuanto al pastel de verano, hay un montón de recetas al respecto. Os invito a que probéis a elaborar este que copio y pego de la entrada número 00666 de este blog y que titulé "El Pastel de la tía María Engracia". Es delicioso. 
 

El último que hice constaba de los siguientes ingredientes: pan de molde, atún en escabeche, aceitunas verdes sin hueso, pimiento rojo, anchoas, pepinillos, lechuga, mayonesa y tomate rallado.

Su preparación no puede ser más sencilla. En un bol vamos depositando el atún desmigado, las aceitunas cortadas en cuatro partes, tiras de pimiento rojo, anchoas troceadas y los pepinillos también troceados. A continuación, incorporamos una mayonesa, casera, o cualquiera de las excelentes mayonesas que encontramos en los supermercados, y mezclamos bien. Reservamos. En una fuente cuadrada o rectangular, cubrimos su base de tomate natural rallado y sobre él, vamos colocando piezas de pan de molde. Las untamos de mayonesa y a continuación, cubrimos los panes con la masa que hemos preparado previamente y terminamos la operación cubriendo todo con lechuga cortada muy fina. Repetimos la operación dos o tres veces en función de la altura de la fuente. La última capa de pan de molde la untamos con tomate natural rallado y tal cual, introducimos la fuente en el frigorífico por espacio de tres o cuatro horas como mínimo. Antes de servir a la mesa, desmoldamos el pastel de la fuente sobre una bandeja y en la parte superior, que recuerdo estará el tomate impregnado al pan, acabamos con mayonesa y lechuga bien menuda. Solo restará cortar unas porciones y servir. Mi hermana, a la que le encantan las buenas presentaciones, creo recordar que tapaba los bordes del pastel también con mayonesa y que la lechuga la colocaba en torno al mismo y no encima del pastel. En fin, fuera como fuese, se trata de una auténtica delicia.



No hay comentarios:

Publicar un comentario