martes, 8 de agosto de 2023

01170 Milagro en Casa de los López

MIGUEL MIHURA


Revisando y archivando fotografías, no puedo por menos que esbozar una sonrisa cuando he abierto el archivo de la última obra en la que participé con mis compañeros del Aula de Teatro y Poesía. Bueno, no es ninguna novedad. Siempre que reviso las imágenes de alguna de las obras que hemos representado, esbozo una sonrisa, cuando no lanzo una carcajada. Siempre digo, que la gente que acude a vernos se ríe y disfruta con nuestras propuestas, pero nada comparado con nuestro deleite. Nos divertimos lo que no está escrito.

Creo que nunca lo he confesado en este caleidoscopio vital. Soy de naturaleza, tímido, aunque no lo parezca. Pertenecer a este grupo amateur de teatro leído y dramatizado, me ha servido, entre otras cosas, para vencer algunos aspectos de mi timidez. Cuando subo al escenario, me olvido de mis complejos, que no son pocos, y vivo como si fuese mía la vida del personaje que me toca representar. Hago del apañado escenario, aunque sea por unos minutos, mi propia casa. Disfruto de cuanto pasa en una ficción que acabo por creérmela. Y cuando se apagan las luces de la función y la sala se queda vacía, se me hace un nudo en la garganta. Vuelvo a ser yo.

Ahora estamos en pleno parón veraniego. Es el momento de otros disfrutes. Ya llegará el otoño, y volveremos a empezar.


No sé por qué he dicho todo esto. Cuando me he puesto delante del ordenador, mi intención era hablar de la obra de Miguel Mihura, “Milagro en casa de los López”. Sin más, como una cosa más de las diez mil que me gustan. He estado tentado de borrarlo e ir al grano. Pero finalmente, he pensado dejarlo. Lo escrito, escrito está, y en este caso, no hace daño. Así, que de esta guisa se queda.

Tendría que haber empezado diciendo que “Milagro en casa de los López”, es una comedia en dos actos, estrenada en el Teatro Talía de Barcelona el 23 de septiembre de 1964. Se trata de una de las comedias más espiritualistas, cargada de originalidad, fantasía y arte en los diálogos del escritor y dramaturgo Miguel Mihura.

Mercedes y Jerónimo son un matrimonio acomodado que vive en una mansión, encerrados desde hace veinticinco años con la sola compañía de sus criados, Teresa y Jacinto. Aunque la razón de su encierro voluntario es todo un misterio, la constante convivencia forzosa los lleva a desear que algo único y excitante ocurra en su monótona vida. Un inocente deseo al azar, tener gente en la casa como huéspedes, desata una serie de acontecimientos cómicos y enredos imposibles. El hecho de que una joven recién llegada a la ciudad, que ha sido llevada hasta la casa por un misterioso taxista, y con la dirección de la mansión y los datos personales de los protagonistas escritos en un papel, es el detonante de una de las más divertidas y surrealistas comedidas de Miguel Mihura.

 MIGUEL MIHURA

Madrid, 1905/1977. Hijo del empresario y actor teatral Miguel Mihura Álvarez, después de terminar sus estudios secundarios en el colegio de San Isidoro, abandonó su instrucción académica para dedicarse al dibujo humorístico en diversas publicaciones, como “Muchas Gracias”, “Buen Humor” y “Gutiérrez”. En esta etapa compartió viñetas y artículos con autores como Antonio Lara “Tono”, Edgar Neville o Enrique Jardiel Poncela.

A mediados de los años 30, Mihura comenzó a trabajar en el cine como guionista y dialoguista, debutando con el cortometraje “Una De Fieras” (1934), si bien su labor más recordada en la industria cinematográfica fue la escritura de los diálogos en “Bienvenido Mr. Marshall” (1953) de Luis García Berlanga.

En los años 30 y hasta 1939 dirigió la revista La Ametralladora. Unos años después, en 1941, creó y también dirigió la mítica “La Codorniz”, en la que también escribieron sus amigos Neville y Tono.

Aunque empezó a escribir antes de la guerra, su reconocimiento fue tardío, pues solo estrenó con regularidad a partir de la década de los cincuenta: en 1932 escribió Tres sombreros de copa, que no publicó hasta 1947, y no fue representada hasta 1952 (veinte años después de ser escrita); se trata de una comedia considerada una de las obras maestras del teatro humorístico y que anticipa algunos aspectos del teatro del absurdo; en ella se enfrentan el mundo de las restricciones y convencionalismos y el de la libertad y la imaginación, tema que será constante en su obra.

Miguel Mihura está considerado como el primero de los escritores teatrales de humor y ha sido traducido a 14 idiomas. En 30 años, su producción no alcanza ni la veintena de títulos, aunque eso sí, la mayoría de enorme éxito. Su ingenio, imaginación y fantasía son inagotables, pero su severo sentido autocrítico le hizo meditar mucho antes de lanzarse a la aventura del estreno. Mihura construye meticulosamente sus comedias, equilibra los actos con técnica perfecta y da a los personajes un aire tan gracioso y tan certero que resulta un regalo para el espíritu.


REPARTO

Administrador                  Chema Valenti

Teresa                               Mila Plá

Mayordomo                      Pepe Labarta

Jerónimo                           Fernando Herce

Mercedes                          Ana Pueyo

Elvira                                Asun Sierra

Cristóbal                           Mariano de Meer

Bailarina                           Loreto Herce

Ángel                                Ángel Ruiz

 

 







 

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