jueves, 29 de noviembre de 2018

00872 La Lasaña Napolitana

UNA CONTUNDENTE DELICIA


En algún momento de este caleidoscopio vital ya he dejado constancia de mi gusto por la lasaña e incluso he compartido alguna receta. Me encanta la pasta en general y la lasaña en particular, hasta el punto de convertirse en una fiesta cada vez que sale a la mesa.

Recientemente tuve la oportunidad de cenar en una trattoria regentada por un amable y simpático napolitano. La intención era tomar una pizza napolitana de fama en este establecimiento pero solo la elaboraban los lunes y ese día era sábado. Cambio de planes y apetencias.

El agradable napolitano comenzó a enumerar todas sus especialidades y alguna sugerencia. El mero hecho de oír todo lo que ofrecía me sirvió ya de alimento. Pero algo había que tomar, máxime cuando nos habíamos sentado en torno a una mesa, sin tener reserva y con la trattoria repleta de comensales.

Todos los platos ofrecidos me parecieron contundentes para una cena, así que pensé que ya puestos, por qué no atreverme con una lasaña napolitana de ternera de Ávila y tomate de la huerta valenciana, tal y como enunció el dicharachero napolitano.

Me pareció deliciosa y más llevadera, sobre todo para una cena, que la acostumbrada lasaña con bechamel. Tengo que confesar que me dio pena que llegara a su fin tan cautivador sabor.

Cuando llegué a casa lo primero que hice fue interesarme por su elaboración y, salvando el toque personal de esta trattoria, paso a compartir una receta que traslado de un libro de cocina tradicional italiana.

Ingredientes para 6 personas: Un kilo y medio de tomates naturales pelados, 400 gramos de carne picada de vacuno, 200 gramos de mozzarella, 4 huevos duros, una cebolla, una zanahoria, un diente de ajo, parmesano rallado, sal y aceite.

Elaboración: Poner en una cazuela un poco de aceite, el diente de ajo picado, la cebolla también picada y la zanahoria en juliana. Cuando esté dorado, incorporar el tomate, salpimentar y cocinar a fuego medio hasta que observemos que el tomate está hecho. A continuación, colocamos la carne picada en una fuente y le añadimos el queso parmesano, uno de los huevos duros cortados a trocitos, sal y un poco de pimienta. Mezclamos bien y formamos pequeñas albóndigas. Incorporamos las albóndigas a la salsa de tomate y completamos la cocción.

Colocamos en una fuente de horno una capa con las tiras de pasta de lasaña (seguir las instrucciones del fabricante)  y la cubrimos con la salsa de tomate y albóndigas. Sobre esta añadimos huevo duro cortado a rodajas y trozos de mozzarella. Cubrimos con otra capa de tiras de pasta de lasaña y sobre esta, otra capa de salsa, huevo duro y mozzarella. Así, hasta acabar con los ingredientes. Espolvorear queso rallado parmesano y hornear a 160 grados, con horno pre calentado, por espacio de unos cincuenta minutos.

En lugar de formar pequeñas albóndigas, se puede elaborar simplemente con la carne picada y la salsa de tomate.




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