lunes, 12 de noviembre de 2018

00858 La Torteta con Mango

MÁS PROBATINAS


No asustarse. Hay cosas que dan más miedo. Esto no es más que una de esas probatinas que de vez en cuando me gusta hacer y a ver qué pasa.

Voy sobre aviso porque cuando en alguna ocasión he comentado esta combinación de alimentos, las caras de mis interlocutores no han sido muy complacientes e incluso han dejado asomar cierto rechazo, sobre todo a quienes les encanta la torteta hasta rabiar y se la comen cruda, tal cual. Les entiendo.

Esta unión de torteta y mango nació de mi hartazgo de ver rondar por el frigorífico una pieza de esta fruta día tras día y que me pareció había recorrido ya todos los rincones posibles del frío electrodoméstico. Así que decidí hacerla desaparecer. Estaba muy madura y colocada en esta ocasión sobre un paquete de tortetas envasadas al vacío. Algo me dijo entonces que podía probar a mezclar sus sabores. Me gustan las combinaciones de dulce y salado. Si funcionaba esta, la volvería a repetir. Si no era así, tal día haría un año.

Cogí una torteta y la corté en láminas muy, muy  finas. A continuación, la dispuse en crudo sobre una bandeja y la rocié de aceite de oliva virgen y una escamas de sal Maldon. Pelé el mango y lo coloqué troceado junto a la torteta. Solo quedaba probar la combinación de sabores. Un trozo de torteta y otro de mango... No estaba mal. No se daban excesivas bofetadas entre ellos e incluso el sabor final llamaba la atención. Se podía repetir. Solo restaba buscar una presentación más sugerente. Será para la próxima oportunidad.






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