martes, 20 de noviembre de 2018

00866 Los Choquitos Fritos

NO HAY MANERA


Me encantan los choquitos, me enloquecen. Son como las pipas del mar; empiezo a comer uno y es un no parar. Además, al igual que aquellas, siempre los relaciono con momentos de requerida calma, sosiego, sin tiempo y sin día. Su presencia siempre me resulta algo extraordinario. Solo tienen un pero... que no hay manera de que me salgan bien.

Mira que lo he intentado veces, pero no hay manera. Mira que me he fijado como un búho cuando los he visto freír, bien enharinados, pasados por un tamiz, en aceite bien caliente y no muchos a la vez. Con harina de trigo, de garbanzo o especial para fritos. No hay forma, siempre me salen fritos sin más o como un engrudo.

Los he secado bien antes de enharinarlos, he utilizado freidora, he seleccionado los ejemplares cuando he tenido oportunidad..... y nada, que no hay forma de sacarles el crujir en la boca. Me quedan gomosos, sin gracia o blandengues y sin alma. Son mi una de mis asignaturas pendientes en la cocina. No obstante, además de admitir mi falta de destreza con ellos, he llegado a la conclusión que el fiasco viene derivado del producto, siempre congelado y lejos de su hábitat. Así que hace tiempo que he desistido de torturarlos y de torturarme, y me conformo con disfrutarlos cuando la ocasión es propicia y están elaborados por quien sabe, tiene experiencia y los hace crujir. ¡Un auténtico disfrute!



No hay comentarios:

Publicar un comentario