miércoles, 3 de mayo de 2023

01111 Los Langostinos a la Americana

Y COMERLOS CON LOS DEDOS


No había mucho qué preguntar sobre las viandas de la cena más entrañable y esperada del año. No recuerdo ni el cómo ni el por qué, pero se había convertido en todo un clásico aclamado y reclamado por todos los comensales. Era un plato, y nunca mejor dicho, de chuparte los dedos. Las normas de buena educación indicaban que había que comerlo con tenedor y pala de pescado. Pero en esa ocasión, estábamos en familia, era Nochebuena, y se permitía todo. Bueno, todo, menos hacer ruido con la boca mientras se chupaba la cabeza del langostino. Eso, no. ¡Qué manera de disfrutar de un plato! Y cuando ya no había langostino que llevarse a la boca, buena provisión de pan y a mojarlo en la salsa. Además, por aquellos años que ahora hago presente, no era muy habitual, por lo menos en mi casa, de comer langostinos el resto del año, con lo que la dicha era doble.

Evidentemente, la gracia de este plato está en la salsa americana. Aquí radica la esencia de este cocinado. Si bien hay varias formas de elaborarla, yo acudo, como no podía ser de otra manera, a la receta que aprendí de mi madre. Por lo que he podido comprobar, bien a través de otras recetas o de sugerencias que he ido recogiendo, se trata de la más sencilla de las elaboraciones. No por ello, igual es pasión, me sigue pareciendo algo espectacular y nada que desmerecer con el resto de propuestas para elaborar esta popular salsa.

Habitualmente, cuando recojo en este caleidoscopio vital alguna receta de las que aprendí de mi madre, acudo al cuaderno donde las tengo recogidas. Pero en esta ocasión, voy a copiar la receta literalmente de un pequeño recetario, ahora de páginas amarillentas, que guardo como un gran tesoro, y que a mi madre le gustaba imitar. El recetario en cuestión no habla de ingredientes ni cantidades. Estas las sugiero yo. En cuanto a la forma de redactar la receta, tampoco el autor se complica la vida.

Ingredientes para 4 personas: 12 langostinos, 100 gramos de mantequilla, 1 cebolla mediana, un vaso de vino blanco, 4 cayenas y 500 gramos de tomate frito.

Elaboración: Literal del recetario. “Se vierte en el fondo de una cacerola un poco de mantequilla, cebolla bien picada, sal, vino blanco, unas cayenas y el tomate ya frito”. Interpretado, es que hay que pochar primero la cebolla con la mantequilla y un poco de sal. Cuando esté pochada se añade el vino blanco. Una vez evaporado el vino, hay que añadir el tomate frito con las cayenas. Continua el autor. “Esta salsa se deja hervir unos minutos y a continuación se aparta la cacerola, añadiendo los langostinos mondados, que se dejarán cocer poco a poco, por espacio de quince a veinte minutos. Cuando estén cocidos, se disponen en una fuente honda, rociándolos con la salsa, que se habrá pasado por el tamiz”. Lo que viene a decir es que hay que dejar hervir unos cinco minutos, siempre a fuego medio, para que se acabe de ligar la salsa e incorporar los langostinos. Si bien el autor de la receta los incorpora ya mondados, en casa iban a la salsa tal cual. Una vez cocidos, no más de cinco o siete minutos, se sacan los langostinos a una fuente, y la salsa se cuela por el chino. Una vez colada la salsa, la incorporamos de nuevo a la sartén, incorporamos también los langostinos y les damos un golpe de fuego durante un par de minutos. Y de aquí, a la mesa.

 




No hay comentarios:

Publicar un comentario