miércoles, 6 de julio de 2022

01003 El Cerdo Agridulce

PLATO EMBLEMÁTICO CANTONÉS


De vez en cuando, muy de vez en cuando, me gusta ir a comer a un restaurante chino. Me da la impresión, nada contrastada, que esta cocina asiática es aceptada y rechazada en la misma proporción. Yo soy de los que la aceptan, si bien en la actualidad puedo acudir a un restaurante chino una, dos o ninguna vez al año. No como hace algunas décadas que acudía a los sabores orientales de los rollitos primavera, arroces, pollo y cerdo en salsas inimaginables cada vez que tenía la más mínima oportunidad.

Mi querencia hacia la cocina oriental llegó en Bilbao, en los inicios de la década de los ochenta del siglo pasado, - qué duro suena- , mientras cumplía con el servicio militar. Fue en un restaurante chino de la calle Henao. No recuerdo la motivación por la que acudí allí. Supongo que sería la novedad y el "atractivo" precio del menú. Intento poner un precio, pero me es del todo imposible. Cualquier cifra que ponga seguro que será errónea, pero dada mi débil economía en aquella época, no me cabe la menor duda de que comer en este lugar se me ponía a tiro. ¿Doscientas, trescientas pesetas? Algún día se inventará algo que permita visitar los recuerdos tal como fueron.

Vagos recuerdos aparte, de aquellos novedosos sabores para mí,  sigo manteniendo hoy en día algunos de ellos y que supongo se irán incorporando a este caleidoscopio vital. Es el caso del cerdo agridulce, uno de los platos emblemáticos de la cocina tradicional china. El origen de esta receta se localiza en la ciudad de Cantón. Según leo, en el año 708 se describen platos agridulces en los menús del emperador Tang Zhongzong.

La receta que traigo en esta ocasión está copiada de una de las miles de recetas que he ido recortando de revistas en los últimos 40 años. Algún día le dedicaré a esta afición la atención que se merece.

Ingredientes: 500 gramos de carne de cerdo (magro o lomo) cortada a tacos, 2 cucharadas de maizena, sal,  una cebolla, aceite de oliva virgen,  una lata pequeña de piña en su jugo, ketchup, 2 huevos, media zanahoria, un pimiento rojo, tres cucharadas de soja, salsa worcester, una cucharada de azúcar y dos cucharadas de vinagre de arroz.

Elaboración: Cortar el lomo a dados y reservar. Cortar la cebolla a tiras finas, el pimiento en trozos, así como la piña. Batimos los huevos con una pizca de sal y una cucharada de azúcar. Pasar la carne por el huevo y rebozar en maizena. Freír la carne en una sartén con aceite de oliva hasta que esté dorada. Reservar. En el mismo aceite de freír el cerdo, pochar la cebolla y el pimiento. Reservar. Poner en una sartén dos cucharadas de aceite de oliva y cuando esté templado añadir una cucharada de salsa de soja, otra cucharada de salsa worcester, dos cucharadas y media de ketchup, dos cucharadas de vinagre de arroz, cinco cucharadas de azúcar y el zumo de la piña. Remover bien a fuego bajo. Agregar una cucharada de maizena disuelta en medio vaso de agua y dejar cocer a fuego bajo y removiendo hasta que espese.

Finalmente, incorporar la carne, la piña, el pimiento y la cebolla. Dejar cocer durante un minuto y servir.

Además de entretenido, uno de los quid de la cocina, me parece un plato delicioso para tomarlo de vez en cuando. Hay más recetas al respecto, pero esta es la más "socorrida" para un neófito en cocina asiática.       



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