miércoles, 3 de abril de 2024

01311 Las Patatas a la Riojana

UN GUISO DE REFERENCIA


Hacía tiempo que no tenía entre mis manos el cuaderno en el que a lo largo de los años he ido apuntando las recetas aprendidas de mi madre y que guardo como oro en paño. En este caleidoscopio vital he compartido el grueso de ellas, pero todavía quedan gratas sorpresas, como, por ejemplo, la que traigo en esta ocasión.

Se trata de una receta de origen humilde, muy humilde, pero con toda la fuerza, energía y sabor de un buen plato y, además, de cuchara. Un plato de la gente del campo, de los vendimiadores de mi querida tierra riojana, aunque muy extendido por el resto de España. A mi madre le encantaba guisarlo. Ya no por su bajo coste, era una excelente economista doméstica, sino porque le recordaba mucho a sus viajes a La Rioja, cuando iban a visitar a los familiares de mi padre. Todo esto, unido a su sencillez y a su delicioso sabor.

Tan solo son necesarios siete ingredientes, además de agua, aceite y sal. A saber, patatas, chorizo, pimiento choricero, pimentón, cebolla, ajo y laurel. Suficiente para hacer unas exquisitas patatas a la riojana. Si será delicioso, que en una ocasión leí que Paul Bocuse, estrella de la cocina francesa y considerado como el mejor chef del siglo XX, llegó a decir: “Una receta así debe representar a España en el mundo entero, porque es lo más sabroso que he probado en mi vida”.

Hace algunos años que no las comía y me han sabido a verdadero manjar, además de remover mi baúl de las emociones. Totalmente de acuerdo con Bocuse.

Ingredientes para 4 personas: 1 kilo de patatas, 250 gramos de chorizo de guisar dulce o picante, 1 cebolla, 1 cucharada de carne de pimiento choricero, 3 dientes de ajo, 2 hojas de laurel, pimentón, aceite y sal.

Elaboración: Calentar en una olla un generoso chorro de aceite de oliva. Añadir la cebolla picada y pochar. Una vez pochada la cebolla, incorporar los ajos, también picados.  Cocinar, sin parar de remover, durante unos dos minutos. A continuación, incorporar el chorizo cortado a rodajas y una cucharada de carne de pimiento choricero. Rehogar durante un par de minutos. Pelar y chascar las patatas. Es decir, el último tramo del corte a la patata, en lugar de un corte limpio, lo arrancamos. De esta manera, durante la cocción, la patata soltará más almidón y dará más cuerpo al guiso. Incorporar las patatas al guiso y remover. Cubrir las patatas con agua, como un par de dedos por encima de ellas e incorporamos al guiso dos hojas de laurel y una cucharadita de pimentón dulce. Tapar la olla con el fuego a máxima potencia. En cuanto comience a hervir, bajar el fuego a la mitad de su potencia y dejar cocinar durante unos treinta minutos o hasta que las patatas estén tiernas. Probar el gusto de sal a media cocción. Terminado el guiso, dejar reposar durante unos quince minutos y servir caliente.

 




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