miércoles, 7 de junio de 2023

01132 El Tomate Casero

 UN PEQUEÑO GRAN PRIVILEGIO


Hablando con un amigo que también tiene huerto, después de intercambiar información sobre lo que habíamos plantado este año en nuestros respectivos vergeles, hemos llegado a la conclusión de que somos unos privilegiados.

Tras repasar las bondades de cuanto se cultiva y su proyección en la cocina, hemos acabado hablando largo y tendido, como no podía ser de otra manera, de los tomates y sus múltiples variedades. Cuando le ha llegado el turno al tomate de pera, popularmente conocido como el de embotar, la conversación se ha tornado en un derroche de piropos hacia este alimento y lo necesaria que se hace su presencia en innumerables platos. Así, hemos empezado a enumerar platos: Albóndigas, bacalao, pistos, sardinas, cordero, caracoles, magras, lomo, macarrones, espaguetis.... Parecíamos dos concursantes del siempre recordado "Un, dos, tres, responda otra vez", contestando por 25 pesetas a la pregunta: Platos que como ingrediente lleve salsa de tomate.

De no ser porque mi interlocutor tenía que asistir a sus clases de música, todavía estaríamos hablando de las excelencias de los huertos y de sus temporales inquilinos vegetales. Las últimas palabras de mi amigo, cuando ha empezado a caminar para dirigirse a su obligación musical, han sido: "Y como el tomate embotado en casa, no hay nada igual". A lo que le he respondido: "No seré yo quien diga lo contrario".

De regreso a casa, he reflexionado sobre lo hablado con mi amigo. Y efectivamente, los que hoy en día disponemos de un huerto para convertirlo en parte de nuestro ocio, somos unos privilegiados. El contacto con la tierra, la vida y su cuidado es, o por lo menos así lo siento yo, un excelente analgésico para los dolores del alma, aunque luego el dolor se instale en tu espalda. Con todo, merece la pena. 

Y en cuanto al tomate embotado en casa, qué podía más añadir yo a la sentencia de mi amigo en la despedida, si soy un auténtico fan del carnoso fruto. Su sabor a temporada, aun cuando se coma fuera de ella. Sus distintas formas de elaboración aprendidas de la tradición. Su verdad, sin trampa alguna... Sí, todo un privilegio. Y como todavía quedan en casa botes de tomate de las dos últimas cosechas, y en honor a ese privilegio, qué mejor homenaje, que unas sardinas con tomate casero, embotado a la antigua usanza. 

 



2 comentarios:

  1. Excelente artículo sobre un ingrediente indispensable en nuestras casas!

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    1. Muchas gracias, Ángel. El amigo al que hago referencia es nuestro Chema, a quien tu bien conoces.

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