jueves, 20 de abril de 2023

01109 Los Huevos Duros con Bechamel

 ACOPIO DE RECUERDOS


Traigo hasta este caleidoscopio vital otro de las elaboraciones gastronómicas con sabor a tradición y fiesta. Y siendo así, no puedo dejar de acopiar recuerdos para hacerlos presente.

Los huevos con bechamel me llevan a días señalados en el calendario, a domingos y, sobre todo, a Semana Santa. Me encantaban. Tenían todos los ingredientes para verme feliz delante del plato: huevo, la siempre apetitosa bechamel y un buen rebozado de pan rallado. Me parecían algo espectacular, tanto por su sabor y textura, como por lo extraordinario que suponía verlos en la mesa.

En ocasiones, y a modo de aperitivo, en algunos de los bares que frecuentaba en mi juventud, eran expuestos como tapa. Era verlos y no había la menor duda de cuál iba a ser mi elección. Ahora, no dudo de que algunos establecimientos hosteleros los sigan ofreciendo. Pero también es cierto, que hace mucho, mucho tiempo, que no los veo ni por las cartas ni mostradores. Imperan otras propuestas. Digo esto, y digo también, que igual hasta esta pasada Semana Santa, hacía más de treinta y cinco años que no los comía. Fue en casa, de forma inesperada, y ya, con el primer bocado, se me saltaron las lágrimas. ¡Qué buenos estaban! Y qué manera de refrescar recuerdos trajeron los susodichos. Huelga decir que la conversación de esa comida, la mayor parte, se la llevó el huevo con bechamel. Eso sí, arranqué el compromiso de que no tardarían en volver a aparecer en la mesa.

Ingredientes: 8 huevos duros, 1 litro de leche entera, 8 cucharadas de harina, 8 cucharadas de mantequilla, una cebolla pequeña, sal, pimienta blanca y nuez moscada.

Elaboración: Cortar los huevos duros por la mitad y reservar. Preparar una bechamel espesa, rehogando una cebolla pequeña en la mantequilla y añadiendo a continuación la harina. Dejar dorar un poco y verter la leche poco a poco, y sin dejar de remover. Salpimentar al gusto con sal, pimienta blanca molida y nuez moscada, y dejar enfriar hasta que la bechamel coja consistencia. Con unos guantes de látex, envolvemos las mitades de los huevos duros en la bechamel, para a continuación pasarlos por huevo batido y pan rallado, y de nuevo por huevo y pan rallado. Prensar bien y freír en abundante aceite de oliva virgen bien caliente.




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