martes, 13 de diciembre de 2022

01079 El Rulo de Queso

 SIEMPRE A MANO


El primer día que probé el rulo de queso, de esto hace ya algunos años, me pareció un auténtico descubrimiento gastronómico. Fue en una sencilla ensalada en la que este queso cubrió de sabor y delicadeza el plato. Desde entonces, siempre ha estado muy presente en mis debilidades gastronómicas. 

La experiencia me dice que se trata de un queso muy versátil y que se adapta bien a gustos y situaciones. Se trata de un queso que se puede untar, pasar ligeramente por la plancha, introducir en el horno o incorporarlo tal cual a un buen número de recetas. Liga bien tanto con alimentos dulces como salados. Puede formar parte de un aperitivo, como primer o segundo plato, e incluso de los postres. Se lleva bien con hojaldres, verduras, carnes, frutas, por supuesto con ensaladas, pizzas y pastas, huevos... 

Tiene su origen en el queso francés St. Maure. Aunque el más popular es el elaborado con leche de cabra, también se realiza con leche de vaca e incluso de oveja. El tiempo de maduración del rulo de cabra es de unos quinces días y su proceso de fermentación permite crear una peculiar y comestible corteza y mantener una textura cremosa y sabrosa en el interior.

No será la última vez que traiga hasta este caleidoscopio vital esta delicia de queso. Para abrir boca, propongo una sencilla ensalada a base de tomate, un variado de lechugas al gusto, almendras, nueces, avellanas, mermelada de higo, vinagre de Módena, aceite de oliva virgen extra, sal y una rueda de rulo de queso gratinado al horno a 180 grados centígrados durante dos minutos con una cucharada de miel.



No hay comentarios:

Publicar un comentario