martes, 31 de octubre de 2023

01200 El Cachopo

FILETE A LA ASTURIANA


Con lo que me gusta la cocina asturiana, no fue hasta el año pasado, cuando tuve la oportunidad de comer por primera vez un cachopo. Conocía su existencia, había oído hablar excelencias de él y escuchado multitud de anécdotas. Pero como digo, no fue hasta el año pasado, y por lo que veo en el archivo de las imágenes, el 30 de noviembre, que me estrené.

Un día, hablando con mi hermana Gemma, no sé por qué salió a colación el cachopo. Le dije que nunca lo había comido y se extrañó. Tiempo le faltó para, en la primera oportunidad que tuvo, obsequiarme en su casa con unos buenos cachopos con patatas fritas. Cuando los vi en la mesa, yo aplaudía con las orejas. Mis expectativas al respecto eran altas. No podía fallar, tratándose de una buena ternera, jamón serrano, queso y un buen rebozado. Y efectivamente, con el primer bocado, se cumplieron con sobresaliente todas mis albergadas ilusiones. Sabroso, delicioso, crujiente y hasta adictivo. Me comí dos ejemplares, aunque tengo que reconocer, que hubiese acabado con la bandeja. Cuando algo me gusta, acostumbro a ser un tanto exagerado.

Este cocinado básico de la gastronomía asturiana, en un principio era un plato preparado para que varios comensales comieran de él. Los filetes de ternera con jamón serrano y queso intercalados, se degustaban empanados y fritos, acompañados de patatas fritas, pimientos o champiñones.

Aunque el cachopo ha adquirido gran popularidad en las últimas décadas, más allá de la geografía asturiana, las primeras referencias de este plato se remontan al siglo XVIII, tal y como recoge la gastrónoma Adela Garrido en el "Libro de cocina", de 1938, y que no denomina "cachopo", sino filete a la asturiana. El cachopo comenzó a tomar popularidad cuando el restaurante Pelayo de Oviedo, lo incluyó en el año 1947, a su carta. A partir de ese momento, otros cocineros de la zona también lo incorporaron a sus respectivas cartas y empezaron a ofrecer a sus comensales otras variantes.

El nombre dado de cachopo nace del parecido de estos filetes con los troncos huecos de los árboles.

Ingredientes para 4 personas: 4 filetes de ternera cortados dobles, en forma de librillo, unos 150 gramos la unidad, 4 lonchas de jamón serrano o de cecina, 8 lonchas de queso (Oscos, cheddar, gruyere, Edam o cualquier queso suave junto a unas lascas de Cabrales), harina, pan rallado, huevo, aceite de oliva virgen extra y sal.

Elaboración: Extender el filete de ternera y sazonar al gusto. Colocar en una de las mitades del filete una loncha de jamón y sobre ella, una de queso. Si se desea, se pueden doblar las cantidades de jamón y queso. Cerrar el filete apretando los bordes y empanar con el clásico rebozado, pasándolo por harina, huevo y pan rallado. Freír en aceite no muy caliente. Acompañar el cachopo con unas patatas fritas. 
 





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