jueves, 23 de marzo de 2023

01096 Las Patatas a lo Pobre

DE RICO SABOR


Revisando fotografías para poder seguir alimentando, y nunca mejor dicho, a este caleidoscopio vital, me he topado con unas patatas a lo pobre que pude degustar en un viaje a Almería. No recuerdo exactamente dónde las degusté. El cuaderno de ese viaje no lo encuentro en estos momentos. Solo sé, que me parecieron extraordinarias en su rotunda humildad. Aunque habitualmente esta sabrosa preparación se sirve como guarnición de carnes y pescados, así las había probado hasta entonces, en aquella ocasión las pedí, así las ofrecían en el restaurante, como plato.

La patata me gusta de cualquier manera, y aunque existen muchas recetas para preparar este plato, todas tienen, por lo general, un nexo en común: la patata, la cebolla, el pimiento y el ajo. Su solo nombre ya nos anticipa su sencillez. Decir patatas a lo pobre, es decir que se preparan con lo que hay en el frigorífico o en la despensa, sin florituras. Plato que viene de antaño y de la cocina de aprovechamiento, ya que hasta el aceite sobrante se puede aprovechar para otras elaboraciones.

Al parecer, el nombre de este preparado de patatas proviene de los años de postguerra. Poco o nada que guardar en la despensa y de espaldas al hambre. Las patatas a lo pobre abandonaban su cometido como guarnición, para pasar a convertirse en el plato principal o único con el que se alimentaba toda la familia.

Como he mencionado con anterioridad, hay muchas variantes a la hora de cocinar estas patatas. Las que ilustran esta entrada sólo llevan como ingredientes patatas, pimientos verdes, aceite y sal. Sería más que suficiente, pero en esta ocasión, y sin abandonar su pobreza, añadiremos un plus de gusto. Un plato sencillo, sabroso y que no nos llevará más de media hora su preparación.

Ingredientes para 4 personas: 6 patatas, 1 cebolla, 3 dientes de ajo, 2 pimientos verdes tipo italiano, 1 pimiento rojo, aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta.

Elaboración: Pelar las patatas y cortar en rodajas de unos 3 milímetros de grosor. Reservar. Cortar los pimientos a tiras, picar la cebolla en juliana y los ajos. En una sartén con abundante aceite, echar todos los ingredientes partiendo de aceite en frío. De esta manera se conseguirá que todo se fría lentamente y se vaya confitando. Cuando empiecen a asomar las primeras burbujas, sazonar y subir el fuego para que las patatas se doren ligeramente. Comprobar previamente que las patatas comienzan a estar blandas. Dejar freír a fuego vivo durante unos siete minutos. Una vez hechas las patatas, las escurrimos ayudados de un colador para retirar el exceso de aceite.




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