martes, 27 de mayo de 2025

01677 El Queso Brie

"EL REY DE LOS QUESOS"


Dicen que está considerado como “el rey de los quesos”. No seré yo quien diga lo contrario, pues me encanta. Habitualmente, siempre hay en el frigorífico de casa un triángulo o una rueda de este cremoso queso a la espera de una ocasión cualquiera para deleitarnos con él. Puede ser en una espera, en un aperitivo o como parte de algún plato. Su presencia siempre es satisfactoria.

Nunca olvidaré mi primer contacto con este queso tradicional francés. Hay que situarse en la década de los años 70 del siglo pasado. Fue en el Principado de Andorra, a donde de vez en cuando acudía con mi madre en la típica excursión de ida y vuelta en autobús. Una locura de viaje para recorrer tiendas y más tiendas en busca de aquella mercancía que no se encontraba en el lugar donde vivíamos o aquellos productos que se adquirían a un precio sensiblemente inferior al acostumbrado. Así, después de una intensa jornada, volvíamos a casa cargados de algunos licores, mantequilla, tabaco, alguna colonia o perfume, azúcar, chocolate, algún aparato de radio o un reloj de pulsera… y quesos. Quesos de mil formatos y sabores. Y de entre todos ellos, uno, nunca visto por mí, recubierto de un curioso moho blanco, me llamó la atención. Sin saber si nos gustaría o no, compramos uno, y ya lo creo que nos encantó. En nuestro desconocimiento, a aquel primer queso Brie, le quitamos, precisamente, su corteza blanquecina, para comernos solo su pasta blanda. Algún tiempo después, alguien nos hizo saber que la corteza también era comestible y que tenía un leve aroma a moho y champiñón fresco. Nunca más les quitamos la corteza.

El queso Brie es un queso elaborado con leche cruda de vaca y clasificado dentro de los quesos de pasta blanda. Recibe este nombre por la región geográfica francesa de la cual procede, la Brie, al este de París y es uno de los quesos más antiguos documentados del mundo.

Cuenta la historia, que por el año 774, el rey Carlos I el Grande, Carlomagno, camino a París fue agasajado en Brie con un queso por los monjes del lugar. El rey quedó tan impresionado con este queso, que solicitó un envío regular a palacio. “En poco tiempo, el queso Brie ya era muy famoso entre la realeza, quienes acostumbraban a utilizar como obsequio para agradar a las personas más influyentes de la época”. En 1814, durante la celebración del congreso de Viena se coronó como “el rey de los quesos”, donde participaron treinta embajadores europeos con sus respectivos quesos para llevar a cabo el concurso. Desde 1980 este queso tiene una denominación de origen protegida: Brie de Meaux.

Como he comentado con anterioridad, el queso Brie se puede degustar de diversas formas: crudo, derretido, acompañado de pan o de frutas y mermeladas, de frutos secos, en ensaladas, en rellenos de hojaldre… Es muy versátil. Por ejemplo, la propuesta que ilustra esta entrada, se trata de unas rodajas de queso Brie sobre unas regañas. Fue para un momento de espera junto a un vaso de sidra. Buena combinación. Por supuesto, la espera se hizo más llevadera.

 




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