SIN TRAMPA NI CARTÓN
Puede que me repita. Seguro que me repito. No me cansa la belleza ni los momentos vividos a costa de ella. Sin trampa ni cartón. Una puesta de sol siempre es un regalo sorprendente, cuando ya pocas cosas pueden llegar a sorprenderte. Hoy no hay metáforas ni imaginación para la causa. Solo existe el final de un día. Da igual cómo haya sido este. Todo se olvida ante la belleza a cara descubierta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario