SABROSAS, FINAS Y CRUJIENTES
Desde que descubrí en mis primeras vacaciones en Andalucía
las tortillas de camarones, de esto hace algunos años ya, se convirtieron en
una de mis debilidades, ya no a la hora del aperitivo, sino en cualquier momento.
Lo tienen todo; sabrosas, finas y crujientes.
Aunque se trata de un plato típico de la gastronomía
gaditana, fue en Huelva donde las degusté por primera vez y me enamoré de
ellas. En Cádiz, por lo que pude leer en su momento, se toma como tapa durante
todo el año, si bien es en época de Carnaval cuando su consumo aumenta. Recuerdo
que ese verano que las probé por vez primera, se convirtieron en una obsesión.
No sé cuántas tortillas llegué a probar. Ya no solo en los bares a los que
acudíamos como referencia, sino también en el apartamento. Aprendimos a cocinarlas
rápidamente, siguiendo las instrucciones de una receta que cayó en nuestras manos,
y está mal que lo diga, pero estaban de rechupete. Bueno, vale, las primeras
que elaboramos dejaban algo que desear. Malmetiendo se aprende, pero pronto le
cogimos el tranquillo a la mezcla de harina de trigo y garbanzos con camarones,
agua, sal, cebolla y perejil.
De vuelta a casa tras las vacaciones, y dado que por estos
lares conseguir camarones es casi una misión imposible, nos aficionamos a unas
tortillas de camarones que ofrecía una famosa cadena de supermercados. Se podían
comer, pero les faltaba la crujiente textura a la que nos habíamos acostumbrado
en tierras andaluzas. De cualquier manera, por aquellos años, raro era el fin
de semana, que no echáramos mano de las ofrecidas por el supermercado en
cuestión para darnos un pequeño gran homenaje. No sé si todavía las seguirán
vendiendo. Esa fiebre, como tantas otras, pasó a la historia. Ahora, si por
esas casualidades de la vida, algo inhabitual por otro lado, vemos camarones en
la pescadería, no nos lo pensamos dos veces. A por ellos que vamos y unas
cuantas tortillas caen. Ya lo creo que caen. Y es que están de vicio.
La receta que a continuación comparto es la que cayó en
nuestras manos en aquel primer viaje vacacional a tierras andaluzas.
Ingredientes: 150 gramos de camarones frescos, 100 gramos de harina de trigo, 100 gramos de harina de garbanzo, 50 gramos de cebolleta o cebolla muy picada, perejil fresco, 250 ml de agua muy fría, aceite de oliva virgen y sal.
Elaboración: Mezclar las harinas en un bol y añadir la
cebolleta o cebolla y el perejil muy picado, una pizca de sal y los camarones. Verter el agua
muy fría y remover hasta conseguir una masa ligera. Dejar reposar en el
frigorífico durante media hora. Sacar del frigorífico y volver a remover.
Calentar en una sartén grande abundante aceite de oliva y ayudados de un cazo,
incorporar al aceite pequeñas cantidades de la masa y esperar a que cuaje,
dándoles la vuelta para que se doren por ambas caras. Depositar las tortillas
en papel absorbente de cocina y listas para consumir.
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