sábado, 4 de agosto de 2018

00768 La Llave

RAMÓN J. SENDER

Desconocía que Ramón J. Sender, uno de los grandes novelistas del siglo XX,  hubiese escrito obras teatrales. De su extensa obra literaria, se dice que toda su vida escribió de forma compulsiva, llegué tan solo a leer "Las criaturas saturnianas", "La tesis de Nancy", "Las tres Sorores" y "Crónica del Alba". En mi bachiller no era un escritor de los de libro de texto. Sería fuera de las aulas cuando me aproximé a él.

El caso es que para cerrar el curso de los Amigos del Teatro y de la Poesía de Huesca, desde el Centro de Estudios Senderianos, con sede en Huesca, se nos propuso llevar al escenario "La Llave", una de la docena de obras teatrales que escribió el escritor de Chalamera. Una breve obra que transcurre en Asturias durante la revolución de 1934. Por espacio de cuarenta minutos, a Sender le gustaba el teatro breve y sin muchos artificios, según nos ilustro Luis Gómez, catedrático de literatura y coordinador del Centro de Estudios Senderianos, se contrapone la avaricia de un matrimonio con la actitud de unos mineros revolucionarios en grave necesidad. Sender, que es ajeno al "arte por el arte", apuesta como en toda su obra teatral, por el teatro que exalta y estipula la realidad de nuestra vida.

Una pieza teatral que se desarrolla en un momento y lugar muy determinados, pero que perfectamente se adapta para hacerse real en nuestros días.

Con toda la carga dramática que la historia lleva consigo, "La Llave" no está exenta de humor hasta en la última frase del libreto pronunciada por Don Avelino.

Aconsejo su lectura. La podéis encontrar en libro físico en librerías o en el propio Centro de Estudios Senderianos o en la web del citado centro.


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