sábado, 26 de mayo de 2018

00701 La Basílica de la Trinidad

SANTÍSIMA TRINIDAD DE SACCARGIA

Admiré su peculiar y asombrosa arquitectura en mi último día de la escasa semana que pasé en la isla de Cerdeña junto a mi familia. Es uno de los lugares de obligada visita cuando transitas por los alrededores de la localidad de Sassari. Había que aprovechar el tiempo al máximo. Nunca se sabe si habrá un regreso. Comenzaba a caer la noche y no sabíamos si daríamos con el lugar. Había que intentarlo. Y sí, finalmente dimos con el fascinante edificio apostado en la margen derecha de la carretera. Fue como una aparición, como una magistral aparición. La escasa luz todavía nos permitió ver la bandera bicolor de piedra caliza y basalto que dan forma al edificio.

Se trata de un edificio románico construido en medio de la nada a principios del siglo XII. Leo que el nombre de Saccargia parece derivar del sardo "vaca arza" y que está relacionado con una vaca que según la leyenda, bajaba todos los días al lugar donde se ubica la iglesia para ser ordeñada por los monjes. "La orden monástica Camaldolesa la levantó en 1112 con el sufragio del Giudice de la ciudad de Torres, Constantino I y su esposa Marcusa di Gunale, quien al parecer, al pasar de peregrinación hacia la iglesia de San Gavino de Torres, tuvo un sueño de que tendría un hijo, y por ello decidió bendecir el lugar con la construcción de un templo.

El interior tiene una sola nave, con tres ábsides en el transepto. Los detalles de los capiteles del exterior y los frescos del ábside central con el Pantocrator de influencia bizantina, algo poco habitual en Cerdeña, son dos espacios donde apreciar la belleza del conjunto. En uno de los capiteles del pórtico se puede ver la imagen esculpida de la vaca en posición de rezo. Del resto del monasterio solo queda un edificio anexo y restos del claustro.

Es en suma, la más notable y espectacular de las iglesias de la isla sarda.





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