domingo, 17 de diciembre de 2017

00601 El Queso con Membrillo

MEMBRILLO CON QUESO

Por separado, una auténtica delicia. Juntos, una sutil propuesta para ese inapetente bocado nocturno que aplaque la sensación de vacío antes de cerrar  los ojos al día. Apetencia también ideal para clausurar una redonda comida.

Tras el acopio otoñal del ya tradicional dulce de membrillo casero, solo resta ir presentándole al fruto hecho dulce, el sabor de compañía. Dulzor y aroma se dan la mano, e incluso se abrazan si es preciso. Quesos blandos y duros. Cremosos como el Camembert o el Brie, quesos delicados con sabor definido. Semi duros como el Cheddar, Edam, Gouda o Emmental, quesos precisos, ajustados y apreciados. Y para cerrar el ciclo, los quesos duros, de larga fermentación y potente sabor. Todos son queridos para el dulce de membrillo, para una mezcla de sabor dulce y salado, de recuerdo artesano en la noche invernal.


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