lunes, 20 de noviembre de 2017

00586 Las Patatas Bravas

DEL TOMÁS DE SARRIÁ


Tarde o temprano tenía que aparecer por aquí algo tan preciado como las patatas bravas que, quiero imaginar, tantos buenos momentos nos han deparado. Creo que a lo largo y ancho de nuestra geografía podemos encontrar buenos lugares donde las preparan a conciencia y seguro que quien esto lea, le vendrá a la cabeza, sin mucho pensar, esa tasca, bar o casa de comidas, que las hace como nadie. Yo tengo varios establecimientos fichados en distintas provincias, gracias a la devoción que por este plato tan castizo tiene mi hija Jara, aunque siempre permanecerán en mi memoria las que en mi juventud ofrecía el ya desaparecido "Bar Chiquito" de la capital oscense.

Dicho lo cual, me vais a permitir que os recomiende, por si algún día os queréis dar un gustazo, las patatas bravas del "Tomás", en el amable barrio de Sarriá de la Ciudad Condal. En su página web puede leerse: "Las patatas más bravas de Barcelona. En el corazón del emblemático barrio de Sarriá, en plena Calle Mayor, se encuentra Bar Tomás. Uno de los lugares que sigue destilando el ambiente de antaño, el de las antiguas bodegas tradicionales y de las tapas hechas a fuego lento. Con una larga barra para albergar a quienes la prefieran y paredes con cuadros de grandes marcas, los comensales son testigos del trajín de los camareros, quienes van de aquí para allá, con amplias sonrisas, sirviendo en las mesas las conocidísimas bravas, reclamo para todos los que recorren la Ciudad Condal". Y sí, todo es cierto. Puedo dar fe.

Conocí este lugar por mi hermana María Engracia. Nos llevó hasta aquí para que Jara, amante de las patatas bravas, se emocionara con su degustación. Y ya lo creo que se emocionó. Cosa deliciosa. Desde entonces, la conversación cuando vamos al "Tomás", siempre es la misma. ¿Cómo las harán? Yo creo que primero las cuecen un poco y luego las fríen en aceite bien caliente para sacarles el crujiente. Pues yo más bien pienso que es por el tipo de corte que le hacen a la patata. Sí, ya puede ser, pero no nos olvidemos de la materia prima. Fíjate, es que no paran de ir y venir. ¿Cuántos kilos de patatas llegarán a servir al cabo del año? Pues tenemos que probarlas a hacer en casa. Esto sucede mientras esperamos, que tampoco es mucho. Cuando están ya sobre la mesa, se hace el silencio para disfrutar del momento. De verdad que son excepcionales.

Por cierto, que hace poco las hicimos en casa como creemos que aquí las elaboran. Es decir, la patata cortada longitudinalmente, hervidas, en nuestro caso al vapor, y con un golpe de aceite bien caliente para rematar la operación. Y sí que me recordaron a las del "Tomás". Ya solo nos queda cogerle el punto al alioli con el que las acompañan y la salsa picante, receta casera y, por supuesto, secreta. Todo se andará. Otro día traeré a colación otras exquisiteces del "Tomás",  que son de "toma pan y moja".











No hay comentarios:

Publicar un comentario