jueves, 9 de noviembre de 2017

00578 El Bacalao Confitado

CON PIMIENTOS


Regresa el bacalao a acompañarme en esta personal y compartida ventana. No diré más de él que no haya dicho en anteriores entradas, salvo ratificar lo que me gusta este pescado. Redundaré mi afición a través de una elaboración que me resulta excepcional: confitado.


Confitar pescado, en este caso bacalao, no es otra cosa que sumergirlo en aceite de oliva a baja temperatura y dejar que se cocine lentamente. Resulta muy jugoso, además de ofrecer al paladar una textura y un sabor extraordinarios. Con el confitado se consigue que el bacalao se cocine sin perder un alto porcentaje de agua que contiene su carne. Por otro lado, el aceite empleado queda en perfectas condiciones al no superar durante el proceso de cocinado una temperatura superior a los 65 grados centígrados.

Dicho lo cual, nos ponemos manos a la obra. Una vez desalado el bacalao o en su defecto, fresco, sumergimos los lomos en un buen aceite de oliva, junto a unas láminas de ajo, evitando que el aceite supere los mencionados 65 grados. Lo más aconsejable para esta operación de vigilancia es disponer de un termómetro de cocina. Si vemos que los ajos empiezan a dorarse antes de que esté hecho el bacalao, procedemos a sacarlos. La operación del confitado dependerá del tamaño de las piezas, pero oscila entre 20 y 30 minutos. Conviene a mitad de cocción dar la vuelta al bacalao. Así de sencillo. En esta ocasión, el bacalao lo he acompañado con unos pimientos rojos y verdes y cebolla cortados muy finos y fritos, también a fuego muy lento.

Una delicia que al ver ahora las imágenes que ilustran esta entrada no puedo impedir que se me salten las lágrimas.




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